La isla de Lesbos se convierte en un centro de detención para refugiados

  • Episodios tan dramáticos como personas quemándose a lo bonzo o huelgas de hambre demuestran el grado de desesperación entre los refugiados. 

    Las principales ONGs han suspendido sus actividades en el principal campo de Lesbos para denunciar el acuerdo UE-Turquía

We are humans,(Somos humanos) We mercy for stay please(Por misericordia déjennos estar) ¡EU look at Greece! (Europa mira a Grecia)... estos son algunos de los mensajes que se pueden leer en los carteles que cargan las decenas de miles de personas que están atrapadas en las fronteras europeas.

Dependiendo de la apertura y el cierre de las fronteras, las personas se queda sitiadas en uno u otro sitio. En estos momentos en dos países la situación es especialmente tensa. Se trata de la isla de Lesbos, la puerta de entrada por mar de los migrantes, y Macedonia, la ruta principal por la que los refugiados intentan llegar a Europa.

Desde el anuncio del acuerdo entre la UE y Turquía, así como el cierre de la frontera de Macedonia, apenas se registran llegadas a las islas, si bien se atribuye fundamentalmente al mal tiempo que ha prevalecido en la zona, con vientos huracanados que alcanzan fuerza 9 en la escala de Beaufort. Cuando la desesperación te empuja a lanzarte al mar con tu bebé en brazos, unas vallas no evitarán que sigas huyendo de las bombas.

Según datos del Gobierno griego, se calcula que en todo el país hay 50.236 migrantes y refugiados. Sin embargo y pese a los esfuerzos de los ayuntamientos, Gobiernos y Ejército, el país heleno solo dispones de capacidad para 39.000 personas.

Familias con niños malviven en la isla de Lesbos, una pequeña prisión al aire libre. Las principales ONGs han suspendido sus actividades en el campo de Moria para no ser 'cómplices de un sistema injusto e inhumano'. La tensión va en aumento y, tras los atentados de Bruselas, Polonia anuncia que no recibirá más refugiados

'Los refugiados están retenidos, no se les permite irse y nosotros no operamos en centros de detención, es contrario a nuestra política, con lo que no ayudaremos a identificarlos y registrarlos', advirtió desde Ginebra Fleming Melissa Fleming, portavoz jefe de ACNUR.

La tensión entre los refugiados de los centros de acogida y los campamentos informales en Grecia sigue en aumento tras la transformación de hecho de los centros de registro en las islas de Egeo en centros de detención. En los últimos días, episodios tan dramáticos como personas quemándose a lo bonzo o la multiplicación de huelgas de hambre están convirtiendo a esta turística isla, en un campo de concentración. Iguales a los que nos reprochamos no pudimos evitar en el siglo XX... porque no son refugiados, son personas.

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