La sombra sobre Cristina Kirchner se alarga y los casos que la señalan, supuestamente, como responsable indirecta de la muerte de algunos de los principales testigos en las causas de corrupción en la que está investigada, aumentan día a día. Después del asesinato del fiscal Alberto Nisman, otra muerte en extrañas condiciones, vuelve a apuntar a la mandataria argentina o a su entorno.
Horacio Quiroga, ex director de dos empresas petroleras del empresario K Lázaro Báez, fue encontrado muerto en su casa, en la ciudad de Buenos Aires, confirmaron a Clarín fuentes oficiales al tanto de la investigación.
Quiroga había revelado en la revista Noticias detalles de la relación entre Lázaro Báez y Néstor Kirchner.“Yo vi contar sobre una mesa 7 millones de dólares que Kirchner le dio a Báez”, había expresado. En este sentido, había denunciado presuntas maniobras de lavado de dinero en la firma Austral Construcciones. (Puede acceder aquí a la entrevista completa)"Tengo miedo por mi vida"
Tres años más tarde, después de contar esto a la revista Noticias y en el programa de Jorge Lanata: Periodismo Para Todos, pidió mantener una reunión con una diputada a la que le dijo: "Tengo miedo por mi seguridad".
En la propia entrevista con Noticias, le exigió a la entonces presidenta Cristina Kirchner que vigilase su entorno familiar: "Le pido a la Presidenta que por favor tenga la amabilidad de dar instrucciones a los servicios de seguridad de que protejan a mi familia por lo que pudiera venir después de esta entrevista”.
Nisman y Quiroga murieron en el baño de sus casas
Como ya sucediera con el fiscal Nisman, ahora Quiroga, también ha aparecido sin vida en el baño de su casa, con un traumatismo de cráneo y sangre en el suelo. Su hijo pequeño halló el cuerpo sin vida de su padre y según explicaron a Clarín fuentes del caso, "estaba convulsionando y falleció". Ya circula la hipótesis de un posible paro cardíaco como causa de su muerte. Los investigadores no descartan ninguna hipótesis y señalan que Quiroga, de 65 años, tenía "problemas respiratorios".
En los últimos meses Quiroga sufría una profunda depresión debido a que le había ganado un juicio laboral millonario a Lázaro Báez, pero todavía no podía cobrarlo y su situación económica era dramática.
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