Siria declara el final de la tregua, con casi 100 civiles muertos el fin de semana

El Ejército sirio ha anunciado este lunes el fin de la tregua que imperaba en Siria desde hace una semana. El alto el fuego, que había sido puesto en práctica tras un acuerdo entre EEUU y Rusia, se había respetado de forma muy precaria. Además, todo indicaba que estaba herido de muerte después del bombardeo estadounidense que por error mató a 62 soldados sirios el pasado sábado. El presidente sirio no ha tardado en referirse a es suceso. Bashar al Assad lo ha calificado de "flagrante agresión".

Tanto Rusia como EEUU ponen fin a esta tregua tras siete días de cese de hostilidades que han servido para poco. Ha dejado algunas imágenes de niños jugando en las calles y titulares relacionados con la inexistencia de muertos, pero poco más. Disminuyeron los muertos diarios en Siria, pero desde la noche del sábado al menos 170 personas fallecieron en el país, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Además, el fin de la tregua coincide con el deterioro de la relación entre EEUU y Rusia. Para Moscú, es "inútil" mantener el acuerdo y para Kerry, Rusia no cumplió parte del trato.

Este desencuentro entre los firmantes del pacto es gasolina para Damasco. Al Assad insiste en que  "las partes hostiles a Siria están agotando todas sus energías y recursos en mantener la guerra terrorista en Siria". Y añade, cuando Damasco logra un "progreso tangible sobre el terreno o en la reconciliación nacional", los países en su contra "aumentan su apoyo a las organizaciones terroristas". Él, que prendió la llama de la guerra civil, ahora aparece como salvador de un país a la deriva.Rusia, Irán y Siria, el nuevo eje

El presidente sirio ha hecho estas declaraciones durante un encuentro con el viceministro de Exteriores iraní, Hossein Jaberi Ansari al que ha agradecido el apoyo que Irán y Rusia están prestando a su Gobierno frente a los terroristas.

Todo indica que el bando ruso y sus aliados se perfilan como triunfadores en esta sangrienta e interminable guerra. Basta con analizar las últimas declaraciones de Washington y otros países de la Coalición Internacional, la tan repetida consigna de que Al Assad debería irse ya ha desaparecido desde hace algún tiempo. Finalmente, Siria es mejor con Al Assad que sin él, parecen pensar.

Es por ello que da la sensación de que Moscú puede bombardear cualquier blanco rebelde anti Al-Assad bajo la justificación de que forma parte de los grupos yihadistas. Así, Rusia, Irán y Al-Assad imponen sus intereses y las condiciones de reconstrucción de un nuevo orden.

Por el momento, los combates continuarán como lo hará el sufrimiento y éxodo de la población. Todo indica que hasta que las bombas dejarán de caer cuando Al Assad, con el apoyo de Rusia e Irán, recupere la mayor parte del control del país. Cuando llegue ese día, los 4,9 millones de desplazados sirios que traten de regresar a sus casas se encontrarán con que el clan de los alawitas, con Al Assad a la cabeza, dominarán de nuevo el país, con sus prácticas represivas.

Todos será igual en Siria a excepción de que el eje Moscu-Teherán se habrá fortalecido, al mismo ritmo con el que el las fronteras de Oriente Medio se habrán desdibujado y el continente europeo estará desquebrajado ante el desafío de la ola migratoria y el auge del populismo