Anette, superviviente del holocausto: “Un nazi me salvó y evitó que me llevaran a la cámara de gas”

  • Con motivo del Día Europeo en Memoria de las Víctimas del Holocausto que se celebra este viernes,  la Informacion.com recoge el testimonio de Anette Cabelli, superviviente de Auschwitz: “Después de lo que vi, ya no tengo miedo a nada.”

    Con apenas 17 años fue deportada a Auschwitz junto con su madre, quien fue inmediatamente asesinada en la cámara de gas. Annette, sin embargo, escapó a las sucesivas selecciones. "Los niños iban directos a los hornos".

Superviviente del holocausto: “Un nazi me salvó y evitó que me llevaran a la cámara de gas”
Superviviente del holocausto: “Un nazi me salvó y evitó que me llevaran a la cámara de gas”

Anette sabe que le debe la vida a un soldado de la muerte, a un nazi. Sus ojos han visto niños pequeños enviados a los hornos, seres humanos comidos por las ratas. Escuchar su historia ayuda a recordar las atrocidades que los nazis cometieron contra la comunidad judía. Existen centenares de libros, películas y documentales que narran lo que identificamos como el Holocausto o en hebreo Shoá, traducido como la catástrofe, es decir, el genocidio en el que aproximadamente seis millones de judíos fueron asesinados por el régimen nazi, bajo el mando de Adolf Hitler, pero el testimonio de la superviviente Anette Cabelli penetra en el alma.

Consigue trasladarte a ese momento histórico que debemos recordar para brindar un acto de justicia a las víctimas de tan atroz episodio. Coincidiendo con el Día Europeo en Memoria de las Víctimas del Holocausto que se celebra este viernes, LaInformacion.com recoge el testimonio de Anette Cabelli, superviviente de Auschwitz.Estuvo en Auscwitz, Ravensbrück y Malchow

Con apenas 17 años fue deportada a Auschwitz junto con su madre, quien fue inmediatamente asesinada en la cámara de gas. Anette sin embargo escapó a las sucesivas selecciones y fue obligada a desempeñar tareas de todo tipo: fabricó bombas, cerillas… hasta que una mañana de 1945 descubre que los guardias nazis habían desaparecido y junto con otros camaradas de cautiverio alcanza las líneas norteamericanas. "Después de lo que vi, ya no tengo miedo a nada", explica esta superviviente de 91 años que actualmente vive en Francia.

Nació en 1925 en la ciudad griega de Salónica desde donde fue deportada al campo nazi de Auschwitz, en Polonia, donde estuvo dos años. Posteriormente fue trasladada al campo de Ravensbrück y desde allí al de Malchow. "El camino hasta Polonia era de cinco días en tren, con treinta personas en cada vagón, sin pan ni agua. Había también muchos muertos".A los niños pequeños les ponían la cruz roja e iban directamente a los hornos

Al llegar al campo, recuerda Anette, separaban a las mujeres y los hombres, así como a las personas que no podían andar, a las mayores y a las mujeres con niños pequeños, a los que "ponían una cruz roja" y les subían en unos camiones. “Muchos iban directamente a los hornos”, recuerda.

Anette explica que “un nazi me salvó la vida”. En un momento le iban a llevar a la cámara de gas para acabar con su vida pero un nazi la salvó y evitó que esto ocurriese. Durante los dos años que estuvo en Auschwitz se acostumbró a la muerte. Vio a muchos muertos que "creía que eran troncos de árboles", a los que "los ratones les comían todo lo que tenían"."Cuando traían un plato de sopa íbamos a por él como animales"

Cabelli siempre pensó que nunca saldría del campo, pero “las ganas de vivir”, le dieron fuerzas, día a día para luchar y sobrevivir pese al hambre, el horror y las atrocidades. “Llegaba un plato de sopa y éramos como bestias, nos tirábamos todos sobre él”.

Tras sobrevivir dos años en Auswitch, Anette protagoniza la marcha de la muerte. Antes de la libertad, a ella y al resto de prisioneros les esperaba una última tortura. Con la avanzada del Ejército Rojo, los nazis se apresuraron en evacuar los campos de concentración para esconder sus atrocidades. “Hacía mucho frío. A aquellos que no podían mantener el ritmo les disparaban y los mataban”, asegura.Ha vuelto a los campos con sus nietos para no olvidar

Pese al dolor y la crueldad que sufrió hace más de 70 años, Anette volvió a visitar los campos varias ocasiones, con sus hijas y sus nietos, porque para no repetir los errores hay que recordarlos. Es por ello que el Centro Sefarad de Madrid organiza varias actividades durante esta semana par recordar el Holocausto porque la memoria "es un acto de justicia”.

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