Trump, el primer candidato desde 1952 que nunca ha ocupado un cargo

Hace sólo 13 meses la idea resultaba un chiste. Es el primer candidato desde 1952 que no había sido nunca elegido a ningún cargo. Nunca un candidato había causado tanta tirria entre los dirigentes de su partido. Varias figuras importantes, los hermanos Bush, los dos candidatos republicanos anteriores, Romney y McCain, no han acudido a la Convención.

Nunca tanta gente en la televisión había presenciado un debate entre gente del mismo partido (25 millones en el primer debate). El contraste existe, pero, finalmente, Trump ha sido coronado en Cleveland (Ohio) como candidato republicano a la presidencia con un récord de votos de delegados, 1543 (se necesitaban 1,237).

La Convención republicana, por el momento, se desarrolla en medio de temores de disturbios, entre, por ejemplo, los seguidores del movimiento “La vida de los negros importa” y otros grupos desafiantes, “Sangre y honor”, que afirman la superioridad blanca. En Ohio las leyes sobre tenencia de armas son muy laxas y es seguro que decenas de delegados han acudido con sus pistolas o revólveres.

Hay mayor normalidad en el interior. Los que han cuestionado las reglas procedimentales que han permitido la apoteosis de Trump han sido rechazados.

Entre los discursos hay dos aspectos destacables. Ivanka, la ex modelo centroeuropea, esposa de Trump ha pronunciado una alocución en la que había párrafos calcados de la que hace ocho años hizo Michelle, la mujer de Obama.

Sin embargo, no se le ha tenido en cuenta. Muchos delegados, embobados, han reaccionado diciendo que la posible primera dama tiene muchas clase y que es lo más parecido a Jackeline Kennedy que se puede imaginar. La esposa de Kennedy es un mito para la población estadounidense.

Por otra parte, la cólera contra Hillary Clinton la candidata demócrata se ha disparado. En un discurso vitriólico de Chris Chistie, gobernador de New Jersey cuando el orador ha atacado a la señora Clinton los espectadores han gritado: “!Que la encierren!”.

Y cuando, dirigiéndose a la sala, ha enumerado los, para no pocos comentaristas,  fiascos de la política exterior estadounidense ocurridos en la época de Secretaria de Estado de Doña Hillary, al preguntar Christie:: ¿Es ella culpable o no?” la sala ha bramado. “!Culpable!”.

Hillary Clinton continúa, sin grandes ventajas, favorita en todas las encuestas pero, los debates entre ella y Trump, prometen ser más que interesantes.