¿Turquía en la UE? Un debate a cara de perro, o refugiados o derechos humanos

  • Para que un país pueda entrar en la Unión Europa tiene que cumplir con los criterios de Copenhague que exige unas instituciones estables que garanticen la democracia, el Estado de Derecho, los derechos humanos.

    De cara a la posible entrada de Turquía en la UE preocupa el respeto a la libertad de prensa por parte del gobierno y a las libertades de sus ciudadanos.

El presidente turco Receyp Erdogan / AFP
El presidente turco Receyp Erdogan / AFP

El proceso de adhesión de Turquía a la UE se acelera a cambio de que Ankara se convierta en el tapón de la Unión Europea. Este lunes los 28 se reúnen en Bruselas con el primer ministro turco Ahmet Davutoğlu con un plan para contener la llegada de refugiados a Europa a cambio de una ayuda de 3.000 millones de euros, la liberalización de visados para otoño y acelerar el proceso de adhesión del país a la UE. No obstante, de cara a la posible entrada de Turquía preocupa el respeto a la libertad de prensa por parte del gobierno y a las libertades de sus ciudadanos.

¿Está más cerca Turquía de ser un miembro de la Unión Europea? ¿Qué implicaciones tiene su adhesión para el bloque? ¿Cumple los requisitos para ser miembro del bloque?

Turquía solicitó la adhesión a la UE en 1987 y entabló las negociaciones correspondientes en 2005. Para que un país pueda entrar en la Unión Europa tiene que cumplir con los criterios de Copenhague, que establecen que un socio tiene que contar con instituciones estables que garanticen la democracia, el Estado de Derecho, los derechos humanos y el respeto de las minorías. Es obligatorio que cuente con una economía de mercado que funcione y además, debe contar con una administración capaz de aplicar y gestionar la legislación de la UE.

William Chislett, Investigador asociado del Real Instituto Elcano, en un documento Cómo hacer que Turquía salga de su limbo en la Unión Europea explica que la democracia turca “es profundamente imperfecta”. Aunque el partido de Receyp Erdogan, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) ha neutralizado el todopoderoso poder del ejército, durante estos trece años que lleva en el poder, los derechos y libertades han empeorado en el país.

Desde 2013 la prensa turca ha sido calificada de “no libre” por Freedom House. Precisamente esta cumbre entre la UE y Ankara coincide con un nuevo golpe a la libertad de prensa ya que este fin de semana se ha intervenido el diario Zaman, crítico con el Gobierno turco. Además, la corrupción se ha agravado y el poder judicial sigue politizado. Según el último índice de 175 países elaborado por Transparencia Internacional, el nivel percibido de corrupción de Turquía fue el que más se había deteriorado, si bien sigue mejor clasificada que Italia y que dos países de la Unión Europea como Bulgaria y Rumanía.

Quizás, los dos mayores escollos para que Turquía sea miembro de la UE están relacionados con la minoría kurda y con Chipre, dividido en dos gobiernos rivales, uno grecochipriota reconocido por la comunidad internacional y otro turcochipriota, solo reconocido por Ankara.

Sin embargo, la vuelta a las negociaciones de adhesión, después de años congeladas, tiene para el Gobierno de Erdogan un carácter triunfalista en medio del ruptura de la tregua con los kurdos y las negociaciones frustadas de paz en Siria.

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