Losas gigantes de hormigón sobre el cuerpo, pilas de ladrillos encima, rocas depositadas en la boca del estómago... Esto es parte del entrenamiento diario de los aspirantes a agentes del Cuerpo de la Policía de Vietnam. Las pruebas están consideradas como las más agotadoras y exigentes del mundo.
Los métodos para comprobar si los jóvenes 'están en forma' y son aptos para integrar las fuerzas de seguridad también incluyen caminar sobre cristales y resistir sin caerse al peso depositado sobre sus organismos en posición horizontal, sobre sillas.
Estos trabajos de 'aplastamiento' son denominados 'Iron skin' (hierro en la piel) y tienen lugar cada mañana en el Centro de Formación de la Policía Nacional en Hanoi, Vietnam. Allí suceden algunos de los desafíos más temibles.
A los aspirantes a policías también les depositan montículos de ladrillos en sus cuellos. Y hay más: otro de los ejercicios consiste en que se tiendan boca arriba sobre una cama de clavos.
Respecto a la prueba de caminar sobre una 'alfombra' de cristales, a veces las personas no solo tienen que hacer eso, sino llevar a compañeros a cuestas. Finalmente, las pruebas de resistencia física consisten en soportar bolardos de cemento en las extremidades y doblar barras de metales con el cuello, entre otros desafíos.
Si tienen éxito y logran sortear todo esto, los aspirantes se convertirán en agentes de la Policía vietnamita, aunque para ello hayan tenido que atravesar un auténtico calvario.
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