Mosul, dos años bajo las atrocidades de Estado Islámico, espera su liberación

El 10 de junio de 2014, un grupo de apenas 300 yihadistas irrumpieron sin resistencia en la segunda ciudad de Irak, abandonada a su suerte por el Gobierno, que se retiró de la urbe sin enfrentarse a los islamitas. Cundo se cumplen dos años de esa triste fecha, los habitantes esperan con ansia que se libere la ciudad, una situación que podría darse en las próximas semanas ya que en la actualidad está asediada por las fuerzas iraquíes que podrían lanzar una ofensiva para recuperarla. Durante estos 732 días, la que fuera una de las ciudades más importantes de Irak, se ha convertido en el escenario de las mayores atrocidades contra la población civil.

Hombres lapidados hasta la muerte, mujeres quemadas vivas, jóvenes lanzados desde los tejados...son algunas de las barbaridades ejecutadas por los yihadista en la cuidad iraquí que han sido documentadas a través de la cuenta Mosul Eye. A través de twitter, facebook y un blog, el autor documenta las estrictas normas de comportamiento impuestas por los yihadistas y el elevado coste de la vida en la que ya es conocida como una jaula al aire libre.

Los terroristas convierten a sus atrocidades en espectáculo. La semana pasada, 19 mujeres yazidíes fueron quemadas vivas en el centro de la ciudad porque se negaron a mantener relaciones sexuales con los yihadistas, sin que nadie pudiera hacer nada para salvarlas.

Así es la vida en esta ciudad del norte de Irak que en los últimos dos años han abandonando unas 500.000 personas, pero en la que siguen malviviendo más de 1,5 millones de personas. Ellas son las víctimas de Estado Islámico, a quienes se dirigen las medievales normas que si no cumplen conllevan atroces castigos.

Fumar u oír música son algunas de las prohibiciones, que según los testigos, se castigan con azotes, pero otros crímenes considerados más graves conlleva penas más duras como el corte de manos a ladrones o lapidaciones para las mujeres acusadas de adulterio. Para vigilar a la población, Estado Islámico cuenta con un escuadrón denominado "hisba" o policía religiosa.

Paralelamente al incremento del extremismo en la ciudad se ha producido un incremento del precio de los alimentos o la gasolina. Según un artículo de Mosul Eye, el ingreso mensual de los residentes ronda los 45.000 dinares, pero solo en impuestos tienen que pagar 50.000. Esta situación obliga a la población a malvender sus pertenencias para lograr mayores ingresos. Entre los precios que recoge este blog figura el tomate a 1.5000 dinares; un amperio de electricidad, 7.000 dinares y un tanque de gas, 60.000 dinares.

En las últimas semanas, varios habitantes y milicianos han sido ajusticiados por EI, una señal de debilidad que puede facilitar la recuperación de la ciudad, liderada por el gobierno iraquí en colaboración con las fuerzas internacionales. Además, se han publicado imágenes de mujeres, contentas, al encontrarse liberadas. Para ellas y todos los liberados....la vida empieza de nuevo.