El Baradei prepara el terreno para optar a presidente de Egipto

  • El ex director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica, Mohamed El Baradei, aún no ha expresado abiertamente su intención de optar a la presidencia de Egipto, pero su reciente visita a El Cairo demuestra un alto interés en la política de su país. De hecho, ya existe una asociación organizada que le apoya. Sin embargo, se enfrentará a importantes dificultades si finalmente decide presentarse a las elecciones presidenciales.
El Baradei y el secretario de la Liga Árabe analizan la situación interna de Egipto
El Baradei y el secretario de la Liga Árabe analizan la situación interna de Egipto
Sarah A. Topol | GlobalPost

(El Cairo, Egipto).Después de 10 días removiendo las estancadas aguas de la política egipcia, Mohamed El Baradei regresó la semana pasada a su base en Viena dejando atrás una oposición animada y una creciente especulación sobre su potencial candidatura a la presidencia del país.El Baradei, ex director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), llegó a Egipto el 19 de febrero, después de más de 20 años viviendo en el extranjero y en medio de una lluvia de apoyo nacional y de interés mediático.

Mientras el país se prepara para unas elecciones presidenciales previstas en septiembre de 2011, El Baradei ha surgido como la voz crítica más comentada en los 29 años de mandato de Hosni Mubarak.Pero pese a la creciente fascinación pública con este popular reformista para cuestiones domésticas, respetado internacionalmente, los expertos aseguran que Egipto tiene un largo camino por recorrer antes de vislumbrar un verdadero cambio político.

En un estado policial represivo y muy disciplinado liderado por el presidente Hosni Mubarak, que tiene 81 años y del que se rumorea que quiere que le suceda su hijo Gamal, El Baradei y sus seguidores tendrán que librar una intensa batalla para aprovechar el impulso logrado con su retorno a casa."El régimen va a jugar un papel defensivo en esto, y la oposición tendrá que jugar a la ofensiva", asegura Joshua Stacher, científico político de la Kent State University. "Se trata de que el régimen puede perder el juego, no que El Baradei pueda ganarlo. Y el régimen egipcio ha demostrado muchas, muchas veces antes que está preparado para la tarea de ser cohesivo y estar unido cuando se enfrenta a un potencial desafío de la oposición".

Pero algunos sienten que Mubarak ha malgastado su influencia, particularmente con Occidente, y ha dejado a Egipto abierto a la posibilidad de que gobierne El Baradei.Antes de que El Baradei dejase El Cairo, miembros prominentes de la élite política se unieron entorno a su figura para crear la Asociación Nacional para el Cambio, una alianza no muy firme de partidos pro reformistas y líderes opositores que pretende reunir firmas para impugnar las reformas constitucionales aprobadas en 2005 y 2007, que delimitan bastante las candidaturas a la presidencia del país.

La enmienda 76, aprobada en 2005 y revisada de nuevo en 2007, estipula que un candidato independiente debe reunir 250 firmas de una combinación de autoridades locales y parlamentarios para poder presentarse a los comicios, lo que supone una hazaña prácticamente imposible. También indica que el candidato de un partido político que tenga al menos el 3 por ciento de los escaños en el parlamento y que lleve cinco años establecidos tiene que haber desempeñado un cargo relevante de liderazgo durante al menos un año en su formación.

Ambos requisitos impiden de hecho que El Baradei se pueda presentar a las próximas presidenciales.Para ganar la batalla legal que tiene por delante la asociación, los analistas creen que El Baradei tendrá que acercarse primero a las masas, algo que la actual oposición egipcia nunca ha conseguido hacer con éxito. "En gran medida, aquellos que se están reuniendo en torno a ElBaradei son nombres conocidos que han sido parte del movimiento durante los últimos 10 ó 15 años", asegura Adel Iskandar, profesor de Comunicación en la Universidad de Georgetown, en Estados Unidos. "Desconozco realmente si El Baradei está hablando realmente para el egipcio medio, que representa el 85 por ciento de la población".

Pero tan sólo logrando el apoyo de los egipcios medios se logrará crear el impulso nacional que necesita la asociación para presionar con éxito en favor del cambio de la constitución. Y eso se presenta como una hazaña difícil. "Este parece un movimiento muy de El Cairo", dice Stacher. "Los desafíos son lograr un verdadero movimiento de ámbito nacional, penetrar en los pueblos, ciudades y capitales de provincias, y apoyarse de verdad en las bases... van a tener que crear redes de comunicación; van a tener que desarrollar formas muy sofisticadas para transmitir su mensaje, y el estado va a estar todo el tiempo ahí, acosando a la gente y metiéndola en la cárcel", asegura el analista político.

Parece que el régimen luchará a muerte, probablemente hasta conseguir acabar con la oposición. En el pasado el Gobierno ha acabado con éxito con otros movimientos reformistas pro democráticos y con rivales potenciales utilizando una variedad de tácticas con resultados bastante exitosos.Meter a simpatizantes en la cárcel, acusar a la gente de evasión fiscal, detener por sistema a figuras de la oposición y torturarlas son solo algunas de las herramientas utilizadas en el pasado, y que se podrían volver a usar.

Stacher cree que será peor para quienes se atrevan a apoyar públicamente a El Baradei que para el candidato en si. "A El Baradei realmente no le pueden tocar. Es una figura internacional, pero pueden ir a por su red de manera implacable", asegura.

Los expertos creen que la única manera de sobrevivir al ataque que se avecina será impulsando realmente a la oposición y manteniéndola unida. "El mayor desafío es ser capaces de mantenerse firmes, de encontrar algún grado de consenso y de unanimidad entre ellos sobre los temas que más les preocupan y sobre cómo actuar. Sin esos tres ingredientes va a ser muy difícil que la coalición salga adelante", apunta Iskandar.

El Gobierno ya ha empezado a dar algunos pasos para desacreditar a El Baradei, y los medios controlados por el estado han sugerido de forma reiterada que el veterano político no es lo suficientemente egipcio por llevar viviendo fuera del país casi un cuarto de siglo. Y aunque en un país sin encuestas oficiales resulta difícil saber si esta estrategia funcionará, ciertamente sí tendrá un efecto sobre la población. "Si es redundante, y es repetitivo, y es frecuente y es persistente, hay cierta tendencia a creerlo, y creo que sin una acción de oposición que critique esta prensa negativa, El Baradei probablemente perderá una porción importante de lo que podría ser su base popular", añade Iskandar.

Pese a los desafíos a los que se enfrentan, los miembros de la coalición de El Baradei siguen siendo optimistas ante la posibilidad de un cambio."El Baradei es para mí una luz en la oscuridad", dice Ahmed Salah, líder del grupo de jóvenes anti Mubarak "Six of April Youth" ("Jóvenes del Seis de Abril"), que apoya el derecho a concurrir de El Baradei. "Necesitamos a alguien con su peso, con su estatus, con su reputación, para que venga a este lago estancado y remueva las aguas, devolviendo la luz a alguna gente que ha perdido toda la esperanza".

Esperanza es una cosa; lograr el cambio es otra. Con todas las cartas en contra, de momento parece que El Baradei y sus simpatizantes tienen un largo camino por delante.

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