El Gobierno ucraniano ha dado un paso este viernes al proponer públicamente una reforma constitucional que pacifique los asaltos de los grupos prorrusos, que siguen acosando varias ciudades del este del país.
En una comparecencia conjunta emitida a través de la televisión, el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, y el presidente interino del país, Aleksander Turchínov, han sugerido dar al ruso un "estatus especial" -una reclamación clave de los hablantes de este idioma- y descentralizar ampliamente el poder a través de consejos a cambio del fin de la violencia, según informa AlJazeera.
"Daremos un estatus especial al idioma ruso para garantizar su protección", aseguró Yatseniuk, que junto a Turchínov llamó a la unidad nacional después de que los prorrusos se negaran a desarmarse antes que las milicias de ultraderecha, uno de los puntos acordados en el llamado 'acuerdo de Ginebra' que EEUU, la Unión Europea, Ucrania y Rusia rubricaron este jueves.
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El propio Ejecutivo de Kiev manifestó sus bajas expectativas ante el acuerdo entre las cuatro partes. "Rusia se vio obligada a firmar la declaración y a condenar el extremismo... Al firmar la declaración Rusia ha exigido a los 'manifestantes pacíficos', pertrechados con fusiles Kálashnikov y misiles antiaéreos portátiles, que se desarmen y entreguen las armas", señaló el propio Yatseniuk."No hay vuelta atrás en Crimea"
Aunque el primer ministro ucraniano se mostró convencido entonces de que Ucrania recuperaría Crimea porque ningún otro país la reconoció como parte de Rusia en el acuerdo, el embajador de Rusia en la UE, Vladimir Chizhov, dejó claro hoy que "no hay ni habrá vuelta atrás" en este territorio y que Europa "lo ha entendido".
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"Saben que tiene poco sentido discutir el problema crimeo con nosotros, aunque este asunto seguirá siendo un punto de contención en nuestras relaciones", apuntó al canal de televisión Rossiya 24, según recoge la agencia ITAR-TASS.
También se felicitó de que la reunión de Ginebra llegara a buen puerto pese a que "muchos se inclinaban por que iba a ser un fracaso". En este sentido, Chizhov calificó como "un gran éxito" que se haya alcanzado un consenso e insistió en que el trabajo de negociación aún no ha acabado para la diplomacia rusa.
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