El informe sobre la guerra de Irak que motiva las nuevas disculpas de Blair

    • Tony Blair reaparece 'disculpándose' por cómo se llevó a cabo la guerra de Irak cuando se espera que por fin se publique el 'informe Chilcot'.
    • El texto, que se esperaba hubiera visto la luz hace más de cinco años, revelará qué hizo el Gobierno de Blair para unirse a una guerra repudiada por la comunidad internacional.
Manifestación contra la participación de Reino Unido en la guerra de Irak / AFP
Manifestación contra la participación de Reino Unido en la guerra de Irak / AFP

"Les estoy diciendo la verdad. El régimen iraquí tiene armas de destrucción masiva. Pueden estar seguras todas las personas que nos ven de que les estoy diciendo la verdad", decía allá por 2004 un José María Aznar acosado por la opinión pública para justificar la guerra que junto a Reino Unido y Estados Unidos, había iniciado contra Sadam Hussein en Irak, pese al repudio de la comunidad internacional.

Años después, y ante la posibilidad de que el 'informe Chilcot' destape algunas de las ilegalidades que el 'Trío de las Azores' habría llevado a cabo para invadir Irak, Tony Blair volvió a pedir unas 'disculpas', que al igual que sus otros dos socios, ya hicieron en su día... A su manera.

El que fuera primer ministro británico se disculpópor cómo se ejecutó la guerra, no así por haberla llevado a cabo. "Quiero pedir perdón por algunos errores en la planificación y por no anticipar lo que sucedería con la eliminación del régimen de Husein", argumentó, de manera similar a la de sus socios, durante una entrevista a la CNN.

En 2008, antes de dejar la Casa Blanca, Bush entonó algo parecido a una 'disculpa', cuando culpabilizó a sus servicios de inteligencia de las informaciones que le habían motivado a iniciar el ataque sobre Irak. Admitió que su mayor error durante su mandato fue haber confiado en los expertos, pero que no se arrepentía de no haber replegado antes a las tropas pues ello "comprometería sus valores".

En 2007, Aznar fue el pionero a la hora de eximir responsabilidades, al aducir que él al igual que "todo el mundo", aunque en las principales ciudades del planeta se celebraran multitudinarias marchas contra la guerra,creía que existían armas de destrucción masiva.La enésima demora del informe Chilcot

Las declaraciones del que fuera primer ministro del Reino Unido se producen después de que en algunos medios se asegure que el informe independiente encargado a John Chilcot, sobre la participación y presencia británica en Irak, está a punto de ver la luz.

El líder laborista podría así estar dando su propia versión de los hechos ante las más que previsibles irregularidades que se prevé recoja un texto, cuya publicación se ha ido posponiendo desde 2010, ya sea por presiones ejercidas por la administración estadounidense o por defectos en las informacionesfacilitadas, como no, por los servicios de inteligencia.

Lagran cuestión que se plantea esta comisión es delimitar si hubo o no un intento deliberado de falsear las pruebas con el objetivo de invadirIrak y las conversaciones que Blair y Bush mantuvieron al respecto resultan claves para dilucidar si existió manipulación.

La última vez que Chilcot habló sobre la publicación del informe especuló con la posibilidad de que viera luz después de las elecciones de mayo, una decisión que pudo estar motivada con el fin de no reforzar la abstención y no mermar así los apoyos de laboristas y conservadores, quienes también apoyaron la guerra pese al rechazo de gran parte de la sociedad británica.Los costes de la guerra de Irak

La llamada 'lucha contra el terror' iniciada por Estados Unidos y sus aliados el 20 de marzo de 2003 en Irak se saldó con la muerte de más de 255.000 personas, entre civiles, periodistas, soldados y milicianos, alcanzando su pico más elevado en 2007 cuando se registraron más de 900 muertes, según la agencia estatal rusa de noticias RIA Novosti.

La invasión de Irak, decisión unilateral quesupuso la violación de la Carta de Naciones Unidas,fortaleció la aparición y el crecimiento de grupos terroristas, como ha sido el caso del autodenominado Estado Islámico, algo que el propio Blair reconoció y enumeró como uno de los "errores" que se produjeron al no anticipar lo que sucedería tras la caída de Sadam Hussein. "Hay elementos de verdad en esa cuestión", dijo.En materia económica, los precios del petróleo alcanzaron máximos históricos, lo que acabó provocando tensiones inflacionistas en todo el mundo y una disminución en la producción. El objetivo real de la guerra, fortalecer la producción del petróleo en la zona y hacerse con su monopolio, tampoco ha ido demasiado bien para los intereses de Estados Unidos y sus tradicionales socios. Apenas se han superado los niveles alcanzados en 1979 y muchos de los contratos han ido a parar a compañías rusas y chinas.La guerra se ha convertido en un negocio muy lucrativo para muchas empresas y no solo de armamento, otro tipo de compañías han encontrado una fuente de negocio al abastecer de todo tipo de servicios a los soldados allí desplazados, así como para aquellas que fueron elegidas por Estados Unidos para llevar a cabo la reconstrucción del país.Han pasado doce años desde la invasión de Irak, y la población iraquí, inmersa en batallas tribales y bajo el yugo de gobiernos impuestos por Estados Unidos y sus socios, sigue sin ver cumplidas aquellas expectativas generadas con la supuestademocracia y libertad, que les anunciaron,llegaría sobre los tanques estadounidenses.

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