El soldado Manning, acosado por su homosexualidad

  • Meses antes de su partida hacia Irak, Bradley Manning fue víctima de abusos por parte de sus compañeros. Su condición sexual fue el desencadenante de las agresiones, verbales y físicas, según varios mensajes enviados por el militar a un activista
lainformacion.com

El garganta profunda de Wikileaks, el famoso soldado Bradley Manning, recibió el acoso de sus compañeros en la base militar de Fort Drum por su reconocida homosexualidad. Según el relato del presunto responsable de la filtración de los cables diplomáticos, fue víctima de burlas, discriminación y agresiones.

En varios mensajes enviados a través de Weblogs a un activista gay, Manning asegura que a pesar de sus esfuerzos por ocultar su orientación sexual, sus compañeros de barracón no tardaron en descubrirle.

"Les llevó algo de tiempo, pero al final se dieron cuenta. Empezaron a hacer bromas, a acosarme e incluso, en una o dos ocasiones, recibía ataque físicos", confesó Manning a su interlocutor, Zachary Antolak, un defensor de los derechos de los homosexuales de Chicago.

El intercambio de mensajes entre Manning y Antolak comenzó el 21 de febrero de 2009, justo un año antes que el analista destacado en Irak filtrase los famosos documentos consulares de la inteligencia estadounidense a Wikileaks, que desataron una tormenta diplomática internacional.

Infierno en Bagdad

En las conversaciones, descubiertas por el periodista del New York MagazineSteve Fishman, Manning, escondido bajo el nick Bradass87 –que hace referencia a su apellido y su año de nacimiento-, cuenta los pormenores de su turbulento paso por Fort Drum.

Desde en uno de los ordenadores de la sale de comunicaciones, explica a su interlocutor como las agresiones de sus compañeros le hicieron perder el control en varias ocasiones, hasta el punto de ponerse a llorar o gritar delante de sus superiores. El desgaste psicológico hizo que, en agosto de 2009, iniciase un tratamiento supervisado por uno de los especialistas de la base.

Sin embargo, y pese a la aparente inestabilidad mental de Manning, el soldado de inteligencia fue destinado a Irak, donde sirvió en la décima división. Su sensación de infelicidad y soledad se incrementaron aún más en Bagdad, donde según confiesa, trabajaba de 14 a 15 horas diarias "en una habitación vagamente iluminada" y tan llena de gente "que no te podías mover ni un milímetro sin golpear a alguien y tener que pedir perdón".

El informador de Wikileaks siguió en tratamiento durante la misión. Según los mensajes enviados a través de Weblogs, Manning se mostraba preocupado por cómo el ejército estadounidense trataba a los civiles iraquíes y por su estado psicológico, hasta el punto de pensar incluso en someterse a un cambio de sexo a su retorno.

Su deseo deberá esperar, lleva más de un año detenido a la espera de juicio castrense acusado de revelar secretos que ponen en peligro la seguridad nacional estadounidense.

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