Contundente y dispuesto a no ceder ante el racismo, el fanatismo y el terrorismo. Así se mostró hoy el presidente francés, François Hollande, en un discurso institucional dirigido a la nación tras la resolución de los dos secuestros por parte de yihadistas -uno en una imprenta y otro en un supermercado- que se han saldado con tres terroristas, tres rehenes y una cuarta persona muertos.
En un brevisimo discurso, el presidente francés dejó claro que estos "terroristas, iluminados, no tienen que ver con la religión musulmana" y apeló a responder a los ataques con la fuerza y con la solidaridad.
"Francia es un pueblo libre que no tiene miedo, porque llevamos como estandarte un ideal que es más grande que nosotros y que somos capaces de defender allá donde este amenazada la paz", advirtió.
Además aseguró que será implacable con el racismo y el antisemitismo y agradeció el esfuerzo de los soldados franceses en el exterior.
"No dividirnos significa que no podemos hacer ninguna amalgama, no podemos dar ninguna facilidad", dijo.
Además, señaló que ha recibido el apoyo de múltiples líderes europeos, que estarán presentes en la marcha contra el terrorismo del domingo, e invitó a todos los ciudadanos a acudir mayoritariamente a la movilización.
Hollande finalizó su intervención con un "Viva la república y viva Francia".
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