La división en las filas republicanas, un escenario que favorece a Hillary Clinton

A más de un año de las elecciones presidenciales de EEUU, la arena política estadounidense ya levanta una densa polvareda. Aunque los ataques y los discursos grandilocuentes de los políticos que ya han anunciado su candidatura no han llegado a la fase beligerante 'sui generis' de la política norteamericana, la carrera hacia la Casa Blanca ya se presenta emocionante.

Del lado republicano, el senador por Texas Ted Cruz y el senador por Kentucky, Rand Paul, ya han dado un paso adelante en su camino hacia la presidencia de EEUU. Además, todo apunta a que este lunes el senador por Florida, Marco Rubio, hará ante la emblemática Torre de la Libertad de Miami su gran anuncio. Y a todos ellos se deberían de sumar, según la lógica vaticinada por las encuestas, el antiguo Gobernador de Florida Jeb Bush -apellido de peso- y el Gobernador de Wisconsin, Scott Walker.

Del lado demócrata, una mujer pretende tomar el testigo a su amigo Barack Obama. Hillary Clinton, apellido que ha estado indisolublamente vinculado a la política durante más de 20 años, anunció su ansiada y esperada candidatura presidencial.

El apoyo público manifestado por el presidente Barack Obama durante la Cumbre de las Américas, al asegurar que su ex secretaria de Estado "sería una excelente presidenta", es un respaldo importante que despeja cualquier duda sobre la apuesta demócrata para los comicios de 2016.

Tres candidatos republicanos -que serán cinco en los próximos meses- frente a una clara favorita demócrataes un escenario poco favorecedor para los conservadores. La fragmentación manifiesta en el banquillo republicano con tres candidatos de perfiles diferentes, un latino ultraconservadorcomo Ted Cruz, un libertario como Rand Paul, y un cubanoestadounidense de perfil más moderado como Marco Rubio, supondrá un desgaste y división del voto durante las primarias que resentirá la campaña presidencial de los republicanos. Este escenario ya se repitió en 2012 cuando los republicanos se dirimían entre los moderados que apoyaban a Mitt Romney, los conservadores cristianos que se decantaban por Rick Santorum y los que seguían al ultraliberal Ron Paul -padre de Rand-.

El resultado ya se sabe cual fue. Romney ganó las primarias, pero perdió ante Obama, que fue reelegido para un segundo mandato.Hillary vs. Hillary

De momento, en las filas demócratas ninguna voz, más que la de Hillary Clinton, se ha alzado para presentar una candidatura. Los medios estadounidenses destacan que hasta ahora el único rival de Clintones ella misma, en referencia a los lastres que arrastra por su gestión en el Gobierno de Obama.

El último escándalo bautizado como Mailgate, que desveló que como secretaria de Estado usó exclusivamente una dirección electrónica para enviar correos oficiales, le han granjeado severas críticas que le perfilan como una persona en la que no se puede confiar. Su etapa como secretaria de Estado también fue ensombrecida por el ataque al consulado estadounidense en Bengasi (Libia) el 11 de septiembre de 2012, que acabó con la vida del embajador y otros tres ciudadanos.

Consciente de que estas rémoras pueden trastabillar su carrera hacia la Casa Blanca, Clinton ha preparado al milímetro su estrategia electoral y la presentación de su candidatura muestra que ha aprendido de su intento frustrado en 2008, cuando perdió en favor de Obama.

En aquella ocasión se le tachó de arrogante al dar por ganada la presidencia incluso antes de ganar las primarias. Por ello, ahora en lugar de anunciar su candidatura en un acto pomposo, optó por las redes sociales y un sencillo videomensaje en el que aparece en el último minuto. "Cada día, América necesita un defensor, y yo voy a ser ese defensor", promete Hillary Clinton en su vídeo, presentando así una candidatura por la que está dipuesta a trabajar duro y en la que no da nada por hecho.