La sombra de Tiananmen se cierne sobre la revolución de los paraguas de Hong Kong

    • En Tiananmen un hombre se enfrentó a los tanques del Ejército de Liberacion Popular de China, ahora en Hong Kong, un hombre anónimo con su paraguas utilizó su paraguas para combatir los efectos nocivos de los gases.
    • Si Pekín dispersa las manifestaciones revivirá el espiritu de las protestas de 1989, si opta por la vía diplomática podría tener un efecto rebote en Taiwán y en la china continental. Xi Jinping se enfrenta a su mayor dilema.
La sombra de Tiananmen se cierne sobre la revolución de los paraguas de Hong Kong
La sombra de Tiananmen se cierne sobre la revolución de los paraguas de Hong Kong

Las protestas en Hong Kong ya tienen su símbolo, los paraguas. Y también su protagonista, el joven que ha convertido a este accesorio en el emblema de las protestas. Cuando las fuerzas de seguridad utilizaron los gases contra la población, los manifestantes abrieron sus paraguas para protegerse. Aunque difícilmente combaten los efectos nocivos del gas pimienta, se ha convertido en el símbolo del cambio. Al igual que sucedió en las protestas de Tiananmen, cuando un hombre anónimo se enfrentó a los tanques, ahora la imagen de un joven desprotegido, sin más arma, es el icono de la revolución silenciosa que se vive en las calles de Hong Kong

Las protestas más violentas en Hong Kong en los últimos 50 años representan un dilema para el presidente Xi Jinping. El hombre más poderoso de China tienen dos opciones: desalojar las calles de Hong Kong -una decisión que inevitablemente conducirá al aumento de un espíritu anti chino- u ofrecer concesiones a los manifestante lo que implicará que le vean como un hombre débil dentro del Partido Comunista China. Mientras piensa cómo responder a las protestas, la comunidad internacional mira a Asia y apoya los cambios democráticos en el país.

Los manifestantes siguen en las calles. La violencia con la que actuó la policía durante el pasado sábado animó a mucha gente a sumarse a las protestas que obligaron a cerrar el distrito financiero del la ciudad. La bolsa se desinfló un 1,9 por ciento en la jornada de ayer y hoy ha caído, otra vez. El sector bancario es uno de los más afectados por las miles de personas que rodean las calles hongkonesas.

Mientras la China continental se prepara los festejos del 65 aniversario de la proclamación de la República Popular China, el presidente podría frenar las protestas para evitar que éstas se extiendan a otras zonas donde el separatismo es seña de identidad de algunas provincias como la remota Xinjiang. Por otro lado, utilizar la violencia en Hong Kong podría repercutir en el estatus de Hong Kong como ciudad en la que impera la libertad y la facilidad para hacer negocios. Según el índice de facilidad para hacer negocio, Hong Kong es la segunda ciudad con mayor facilidad para emprender, según el índice Doing Business.

"Hong Kong es China", por lo que los asuntos de ese territorio "son de soberanía china", afirmó una portavoz del Ministerio de Exteriores, Hua Chunying, durante una conferencia de prensa. Por ello, "nos oponemos a la interferencia extranjera, por parte de cualquier país, en los asuntos internos de China", añadió, en referencia a las reacciones de varias naciones a las protestas democráticas de la ciudad, que volvió a la soberanía china en 1997.

La economía y autoridad pesan en la decisión que pueda tomar Xi Jinping. El modelo "un país, dos sistemas" concedió a Hong Kong cierta autonomía, libertad de prensa y apertura al capitalismo. La ciudad, llena de restaurantes, centros comerciales, lujo y empresarios, es el escenario también de la corrupción, que con tanto empeño está combatiendo el presidente Xi.Los lideres de Pekín piden actuar para no alimentar los derechos de las minorías

Los derechos civiles y de las minorías son los dos asuntos que esgrimen los líderes de Pekín para que las fuerzas de orden actúen. La prensa china tacha de "extremistas" a los manifestantes y considera las protestas "ilegales" . Sin embargo, la vía diplomática podría tener un efecto rebote en Taiwán, en la china continental. No en vano, si por algo se está cartacterizando el ejectuvo de Xi, es por la represión hacia los disidentes. Esta semana, condenó al lider intelectual Ilham Thoti a cadena perpetua por impulsar el separatismo. Por otro lado, una respuesta enérgica amenazaría la reputación de Hong Kong como centro empresarial y financiero estable de primera categoría mundial.

"China vigila esto con gran nerviosismo", afirmó Michael Kugelman, un experto en Asia del Centro Internacional de Investigación Woodrow Wilson. "Nos estamos acercando al punto de inflexión", agregó. Muchos manifestantes han señalado su preocupación por el fortalecimiento del poder de Pekín esta ciudad de siete millones de habitantes, y afirman que las libertades de que goza la ex colonia británica están por ello amenazadas.

A pesar de la llamada de Estados Unidos a la moderación después de que la policía disparase gases lacrimógenos contra la multitud, China reitera que apoya "plenamente" a las autoridades hongkonesas en su forma de actuar frente a las manifestaciones.

Los manifestantes prometieron permanecer en las calles hasta que Pekín revoque su decisión de restringir y controlar el número de candidatos a la próxima elección del jefe del Ejecutivo de Hong Kong, prevista en 2017. Muy pocos de ellos esperan concesiones por parte del poder central, lo cual suscita dudas sobre los próximos pasos del movimiento y de los gobernantes chinos.

El Partido Comunista teme que si permite que continúen las manifestaciones se produzca un contagio en el continente, donde se ha observado una amplia represión contra los disidentes bajo el liderazgo de Xi Jinping y son varios los dirigentes del PCCh que abogan por poner fin cuanto antes a esta inestabilidad.

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