"Los egipcios están acudiendo a votar con alegría. Felices porque esta Constitución es la que quieren. No les importa ni las largas colas ni las amenazas de los Hermanos Musulmanes que con su atentados intentan disuadir a los votantes para que se queden en casa". Así lo explica a lainformacion.es, la empresaria española Maricel Bea Grau. Esta catalana lleva más de 30 años viviendo en Egipto y es la directora de la empresa turística Galaxia Tour.
Las imágenes de los colegios electorales muestran a mujeres vestidas con sus túnicas. Esperan su turno para elegir el futuro del país. Al terminar, las mujeres orgullosas muestran sus dedos con su huella pintada, señal indiscutible de su ejercicio al voto. "Las mujeres son las más valientes en Egipto", describe Maricel que añade que "están muy cansados de las prohibiciones que sufrieron con los Hermanos Musulmanes."
Efectivos de la Policía y el Ejército protegen los más de 30.000 colegios electorales habilitados en todo el país, para garantizar la seguridad de los votantes entre temores a nuevos conatos de violencia. "En mi opinión y basándome en los que he visto durante la primera jornada de votación de referéndum, no hay ninguna duda de que ganará el sí," subraya la española.
"Los egipcios quieren que su país salga adelante. La gente no tiene trabajo ni dinero. Están hartos de la inestabilidad. Solo quieren cuatro años de mano dura y que después se celebren elecciones presidenciales y legislativas."
Más de 52 millones de egipcios tienen derecho a voto para refrendar la Carta Magna, que enmienda la redactada por los islamistas en 2012 y que fue suspendida por los militares en julio pasado tras derrocar al presidente elegido en las urnas Mohamed Mursi.
La consulta ha adquirido un cariz plebiscitario hacia la hoja de ruta para el periodo transitorio trazada por los militares y hacia la figura del jefe del Ejército, al Sisi.
"No tengo duda de que tras el resultado del referéndum, el grupo terrorista de los Hermanos Musulmanes intentarán desestabilizar el país. Estuvieron en las alturas y ahora están abajo del todo"
La nueva Constitución rebaja el tono islamista de la anterior y refuerza el papel del Ejército, que podrá designar al ministro de Defensa durante los próximos ocho años.
Susana Campo Fidalgo
Susana Campo Fidalgo
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