El enfado crece entre la población afroamericana de Ferguson, Missouri. La ciudad norteamericana vivió este domingo una serie de protestas y atracos a comercios durante una vigilia por Michael Brown, un chico de raza negra que fue asesinado a tiros por un policía el pasado sábado. La razón de la muerte, según la policía, es que Brown, de 18 años, falleció mientras se peleaba por el arma del policía que le disparó. Algo que se niegan a aceptar entre la población afroamericana de la ciudad.
Después de la vigilia programada este domingo, a la que asistieron miles de personas, se sucedieron los ataques a comercios, el bloqueo de carreteras y la destrucción de cristales. El joven Michael Brown no llevaba armas encima e iba a comenzar la universidad este lunes. El medio local KSDK-TV informó que la policía tuvo que llamar a 60 agentes adicionales para contener a los violentos y que, a partir de media noche, tuvieron que usar gases lacrimógenos.
Antes de los sucesos violentos varios centenares de personas se concentraron delante de la comisaría de policía de la ciudad de Ferguson y clamaron juntos "no me dispares". Durante el día no se produjeron brotes de violencia, pero las fuerzas de seguridad han informado de que, más adelante, fueron dañados 20 vehículos policiales, informa el Washington Post.
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