¿Qué va a pasar con Kim Jong Nam, la oveja negra de Corea del Norte?

  • En el libro que se ha publicado llamado "Mi padre Kim Jong Il y yo" Kim Jong Nam ha lanzado una serie de improperios contra el nuevo régimen de su medio hermano. Muchos dicen que con todo ello se juega el cuello, pero no sería la primera vez que alguien ha deseado "hacerle desaparecer".
El primogénito de Kim Jong Il se opone a la idea de la sucesión dinástica
El primogénito de Kim Jong Il se opone a la idea de la sucesión dinástica
Donald Kirk , Washington (EEUU) | GlobalPost
Donald Kirk , Washington (EEUU) | GlobalPost

Corea del Norte se enfrenta al peligro de un ataque con misiles no guiados, dirigidos justo al centro del poder desde una dirección tanto cercana como lejana.

Ese misil sería el medio hermano mayor del recién instaurado líder, Kim Jong Nam, que ha hecho algunos comentarios escépticos acerca de la debilidad de su misma línea de sangre que muestran una visión diferente sobre lo que está pasando en Pyongyang, incluso a pesar de que él está a unos pocos miles de kilómetros de distancia.

El libro que se ha publicado llamado "Mi padre Kim Jong Il y yo" se basa en una serie de e-mails y entrevistas entre Kim Jong Nam y el periodista japonés Yoji Gomi, llevadas a cabo durante un período de siete años. En él el hijo rebelde informa de que Corea del Norte está a punto del colapso y cataloga a su medio hermano, Kim Jong Un, como una figura decorativa.

"Es una broma para el mundo exterior", es lo que supuestamente ha dicho Jong Nam sobre el ascenso de Jong Un, a quien admite que en realidad nunca ha conocido.  Más en serio, Jong Nam predice que "el régimen de Kim Jong Un no durará mucho tiempo" y que "sin una reforma... el régimen se derrumbará".

La elite gobernante en Pyongyang, los que realmente tienen el control, deben estar preguntándose qué hacer con un problema como el de Kim Jong Nam, un hombre que, según parece, no tiene miedo de decir lo que piensa desde donde vive en China.

El pronóstico de Jong Nam es audaz; los analistas extranjeros dudan en hablar con tanta franqueza. Han estado esperando tanto tiempo para que Corea del Norte se colapse, a una guerra civil a punto de estallar, a que los generales y líderes de los partidos se lancen el uno sobre el otro como el perro y el gato, que ahora está de moda predecir la "estabilidad", una palabra que no transmite la idea de lo que está pasando.

Añada a todas estas percepciones vetustas el análisis inmediato de catalogar a Corea del Norte como un "estado fallido" que existe por el apoyo vital de China, y sabrá muy bien que todo el mundo tiene algo que decir sobre este lugar.

En este laberinto de ignorancia se encuadra Kim Jong Nam, disparando exabruptos verbales que son tremendamente impredecibles. ¿No es arriesgar su cuello soltar comentarios de manera informal a los periodistas con quien se encuentra de vez en cuando cerca de su casa en el enclave del juego de Macao?

¿Podría ser que un día nos despertemos para descubrir que Jong Nam ha desaparecido misteriosamente, como algunos otros que se han atrevido a destapar los "secretos" del régimen después de haber huido buscando refugio en otros lugares?

Sin embargo, el caso Jong Nam, es de hecho especial: tiene a los chinos de su parte.

Puede que no aprecien sus comentarios despectivos realizados a los periodistas japoneses que se lo han encontrado en los casinos, en la calle, incluso en una ocasión en un autobús de Macao, pero lo último que quieren es la vergüenza de un asesinato de alto perfil en su territorio.

Sin embargo, la idea de deshacerse de Kim Jong Nam, no es nueva.

Después de que su madre, la actriz Song Hye Rim, muriese en un hospital de Moscú en 2002, la señora que teóricamente debería haber sido su madrastra, Ko Yong Hui, se dice que pensaba que sería una buena idea que Jong Nam simplemente "desapareciese" durante un viaje a Europa.

Ko, por supuesto, estaba presionando para la sucesión de uno de los dos hijos que tuvo durante su relación, que nunca acabó en matrimonio, con Kim Jong Il, antes de que ella también muriese de cáncer en París en 2004.

En ese momento Kim Jong Nam estaba más o menos perdido debido a su estilo de vida libertino y sólo reapareció en 2001 cuando fue sorprendido tratando de entrar en Japón a través del aeropuerto Narita de Tokio llevando un pasaporte dominicano falso. Según dijo, sólo quería llevar a su hijo de cuatro años a Disneyland, pero nunca pudo superar la vergüenza de aquel incidente.

Sin embargo, más o menos en el exilio, Jong Nam es una amenaza que el régimen paranoico de Corea del Norte no necesita. El régimen ya ha mencionado a Ko, que nació en Japón, miembro de un grupo de danza de Corea del Norte cuando Kim Jong Il la vio por primera vez, como la madre de Kim Jong Un.

Los recuerdos de la difunta madre de Jong Nam se han desvanecido en el olvido, pero su único hijo vive como un crítico persistente que podría algún día convertirse en un contendiente por el poder.

La máquina de relaciones públicas de Corea del Norte no tiene ningún problema en denunciar a los "títeres" de Corea del Sur, prometiendo "castigo" para todos y cada uno de ellos y dibujando una peregrina historia tras otra sobre las proezas de Kim Jong Un.

A estas alturas, el Norte tiene incluso una vía segura para dirigirse al público extranjero a través de una recién inaugurada oficina de Associated Press en Pyongyang integrada por dos norcoreanos.

Es de suponer que los dos han sido bien entrenados por sus supervisores de Corea del Norte sobre lo que pueden difundir.

Suponiendo que quieran evitar el castigo del gulag, pueden estar contando informaciones y editoriales como si fueran grandes noticias, mientras ignoran cualquier cosa relativa a la lucha interna por el poder y mucho menos, sobre los horrores y los horrendos abusos contra los derechos humanos que Corea del Norte siempre ha negado.

 

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