En 1876, Estados Unidos cumplió 100 años, el legendario general Custer del Séptimo de Caballería falleció en la batalla de Little Bighorn y Alexander Graham Bell realizó la primera llamada telefónica. Pero además, en un pequeño jardín de Illinois, la tatarabuela de James Boyle envasó un pepinillo que 135 años después continúa siendo uno de los legados familiares.
"Ella lo recolectó, lo embotelló y desde entonces ha permanecido con nosotros", ha explicado Boyle a la National Public Radio (NPR) estadounidense. Este 'marine' retirado asegura que el recipiente conserva "el corcho original y una etiqueta marrón en la que está escrita una fecha: 15 de julio de 1876".
Boyle asegura que esta poco usual herencia familiar ha sobrevivido cuatro generaciones hasta llegar a sus manos. Además, asegura que piensa entregárselo a sus hijos, "a no ser que alguien haga una gran oferta económica".
El pepinillo en cuestión va camino de entrar en el libro Guinness de los Récord, quizá entonces haya un comprados dispuesto a tentar a James Boyle con un cheque repleto de ceros.
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