"Estos levantamientos [refiriéndose a la Primavera árabe] han demostrado que esta umma [comunidad] está viva y bien, que sus sentimientos son para el islam, su amor es para la yihad". El vídeo recogido por un canal de televisión australiano no ha dejado indiferente a nadie. Y es que la protagonista es Rugaya, una niña de ocho años que participaba en una conferencia musulmana en Sidney.
Mientras en las calles de la ciudad continúan las tensiones entre cristianos y musulmanes por el vídeo que parodia a Mahoma. El film ha calado tanto que el pasado fin de semana la policía detuvo a seis personas y registró 17 heridos por los enfrentamientos en Australia, según explica 9News.
Las autoridades australianas investigan la participación de menores de edad en varios eventos religiosos. Así, intentan identificar a la familia que permitió que un menor portase un cartel que llamaba a enfrentarse a cualquiera que se muestre contrario a su profeta.
"No podemos incitar a los niños a la violencia por cualquier razón, y no podemos usar nuestros niños para promover mensajes que incitan a la violencia". Desde el Ministerio de Servicios Sociales han mostrado su total oposición a la participación de menores de edad en eventos de este tipo.
Aunque las autoridades creen que se podrían dar nuevos enfrentamientos, han hecho un llamamiento a la razón para evitarlos. Las movilizaciones están siendo organizadas a través de redes sociales pese a que los presidentes de las asociaciones afirman no saber quién está detrás.
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