"Voy día a día": la vuelta a la libertad tras 28 años en el corredor de la muerte

    • Un hombre estadounidense que pasó 28 años en el corredor de la muerte tras ser condenado por homicidio erróneamente declaró que aunque el sistema judicial le haya robado tres décadas de su vida, se niega a que esto le quite su alegría.
    • En una entrevista concedida a la BBC, Anthony Ray Hinton, que salió de prisión en el estado de Alabama la semana pasada, asegura que lo más difícil es no ser libre junto a su madre, que murió en 2002.
Anthony Ray Hinton
Anthony Ray Hinton

La semana pasada, Anthony Ray Hinton salió de la cárcel tras más de 28 años en el corredor de la muerte. Era inocente. Un juzgado lo había acusado y condenado en 1985 por la muerte de dos dueños de un restaurante de comida rápida e ingresó en la cárcel, pero nuevas investigaciones realizadas recientemente demostraron que la única prueba que se tenía contra él no concordaba con los nuevos resultados.

Así, Anthony Ray Hinton salió el pasado viernes de su prisión de Alabama como lo que había defendido durante sus casi 30 años de prisión: como un hombre inocente y ahora, libre.

En una entrevista con la BBC, con Radio 4, el exconvicto ha declarado que cree que el racismo jugó un papel importante en su condena. "Cuando eres pobre y negro en América, tienes más probabilidad de ir a la cárcel por algo que no hiciste", declaró a la cadena británica. "Culpo al fiscal, a los policías corruptos, a los forenses que dijeron que eran expertos", "todo este caso estaba construido sobre la base del racismo y las mentiras". Ha apuntado, además, que si fuera blanco, todo esto no hubiera ocurrido.

Ahora, apenas unos pocos días después de ser liberado, se está tomando su recién ganada libertad con tranquilidad, "me estoy tomando el tiempo para ajustarme, tomándomelo día a día, hora a hora, minuto a minuto".

"Ha sido maravilloso", ha declarado.Ante esta llegada a la vida fuera de la cárcel, Hinton ha asegurado que lo que más le ha sorprendido es el gran desarrollo tecnológico, además de los cambios en las modas. "Fui a comer a un restaurante y todo el mundo estaba pagando con tarjetas de crédito", ha asegurado, "fue fascinante".

También ha expresado su dolor al no haber podido salir antes de que su madre muriera, en el año 2002. "Lo más duro ha sido ser libre sin mi madre", ha declarado, "le echo muchísimo de menos. Fui a su tumba el primer día que salí de la cárcel, me senté y hablé con ella en el cementerio".

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