Campesinos mexicanos protestan por el asesinato de dos activistas

  • Centenares de campesinos mexicanos protestaron hoy ante el palacio de Gobierno del norteño estado de Chihuahua y frente a su representación en el Distrito Federal por el asesinato de dos activistas de la organización de deudores el Barzón.

México, 23 oct.- Centenares de campesinos mexicanos protestaron hoy ante el palacio de Gobierno del norteño estado de Chihuahua y frente a su representación en el Distrito Federal por el asesinato de dos activistas de la organización de deudores el Barzón.

"Tenemos tomado el palacio de Gobierno del estado y se va hacer un homenaje de cuerpo presente a Ismael y a Manuelita, su compañera", dijo telefónicamente a Efe desde Chihuahua el dirigente nacional de El Barzón Alfonso Ramírez Cuéllar.

Ayer, lunes, fueron encontrados muertos el líder de El Barzón en Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua, Ismael Solorio, y su esposa, Manuela Solís, cuando viajaban en una camioneta en el municipio de Namiquipa, en una zona de agricultores menonitas.

El Barzón es una asociación que nació en 1994 para proteger a productores agropecuarios mexicanos, cuyas propiedades corrían el riesgo de embargo por deudas bancarias no pagadas, aunque esa defensa se ha extendido a otras causas del mundo rural.

Ramírez Cuéllar indicó que ayer tuvieron una reunión con representantes de la Secretaría de Gobernación y que hoy ya se entrevistaron con el gobernador de Chihuahua, César Duarte, quien se comprometió a resolver el conflicto.

El líder de El Barzón recordó que los dirigentes locales asesinados ya habían sido agredidos por exigir a las autoridades suspender las operaciones de la filial de la empresa canadiense minera Magsilver y la contaminación de los agua que operan de manera ilegal.

"Tenemos el compromiso del gobernador César Duarte para cancelar en definitiva la mina, que estaba contaminando y provocando enfrentamientos en la comunidad de Buenaventura", explicó Ramírez Cuéllar.

Añadió que el Gobierno estatal también se comprometió a clausurar "los pozos de agua que estaban operando de manera ilegal y para que se abran las compuertas que impedían que el agua del río llegara a la presa y se pudiera utilizar en los sembradíos de los agricultores".

En una carta enviada al secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, la asociación El Barzón señaló que el único motivo de la lucha de los activistas asesinados era "defender el agua de la zona del semidesierto y conservar los acuíferos contra la explotación irracional de las plantaciones comerciales".

Precisó que el gobernador y las autoridades federales "nunca quisieron intervenir para solucionar el conflicto y castigar a los que de manera permanente han pasado por encima del estado de derecho".

"El gobernador se comprometió a investigar y castigar a los culpables del crimen, pero dijo que aún no tienen una línea de investigación clara", dijo Ramírez Cuéllar.

El dirigente de la organización de deudores exigió al Gobierno federal una exhausta investigación y el castigo de los culpables, y lamentó que las autoridades federales solo les hayan respondido con frases evasivas.

"Salieron con la misma cantaleta... hasta la boca se les seca de tanto pronunciar frases como 'lo siento, no podemos hacer nada, no tenemos la información'... es lo único que saben hacer", aseveró.

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