Casi 300 muertes violentas en Puerto Rico en lo que va de año

  • Casi 300 personas, 296 exactamente, han muerto en hechos violentos en Puerto Rico en lo que va de año, incluido un dominicano que se encontraba en un espacio público donde se produjo un tiroteo este fin de semana, informaron hoy fuentes policiales.

San Juan, 6 may.- Casi 300 personas, 296 exactamente, han muerto en hechos violentos en Puerto Rico en lo que va de año, incluido un dominicano que se encontraba en un espacio público donde se produjo un tiroteo este fin de semana, informaron hoy fuentes policiales.

El dominicano Manuel Hernández Manzueta, de 54 años, falleció a causa de los disparos que un grupo de hombres hizo de manera indiscriminada sobre las personas reunidas cerca de un negocio de bebidas en la localidad de Aguas Buenas el viernes por la noche.

El objetivo era presuntamente Luis González, de 32 años, sospechoso de varias muertes, que falleció a causa de los disparos.

Las otras tres personas muertas, el dominicano y dos mujeres puertorriqueñas, que eran madre e hija, no tenían nada que ver con este aparente ajuste de cuentas, según la policía.

El alcalde de Aguas Buenas, Luis Arroyo, hizo hoy un inusual llamamiento a los narcotraficantes y su entorno para que eviten los espacios públicos y no se repitan hechos como el del pasado fin de semana, en los que además seis personas resultaron heridas.

El jefe del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de la región policial de Caguas, capitán Carlos Cruz, señaló que el incidente está vinculado, probablemente, con otro ocurrido en Aguas Buenas el pasado miércoles, en el que murió Héctor Cáez, de 21 años, con antecedentes por posesión de drogas.

Los vecinos de Aguas Buenas, población de poco más de 28.000 habitantes, lamentaron la muerte de Hernández Manzueta, que llevaba residiendo en la localidad desde hace cerca de 25 años y era una persona trabajadora que jamás había estado inmersa en un incidente violento.

El incidente ha reavivado el tema de la inseguridad que se vive en las calles de Puerto Rico, donde es cada vez más habitual que se registren asesinatos a plena luz del día y en espacios de reunión.

En la mayoría de los casos se trata de ajustes de cuentas entre narcotraficantes por el control de los puntos de venta de droga en las calles de la isla caribeña.

Analistas y prensa relacionan el incremento de la criminalidad en Puerto Rico con el aumento del control por parte de las autoridades estadounidenses en la frontera mexicana, lo que ha desviado las rutas del narcotráfico internacional hacia el Caribe.

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