Condenado a 16 años por asesinar a un compatriota por celos en Toledo

Toledo, 18 feb.- La Audiencia Provincial de Toledo ha condenado a dieciséis años de prisión al súbdito marroquí Ben Khalifa Z., de 62 años, declarado culpable por un jurado del asesinato de un compatriota, Omar F., de 27 años, en septiembre de 2012 en la localidad toledana de Añover de Tajo.

El jurado, compuesto por cinco mujeres y cuatro hombres, aplicó al reo la atenuante de confesión, ya que cuando fue detenido por la Guardia Civil dijo que había matado a su vecino porque tenía la certeza de la víctima estaba "liado" con su esposa, a la que también tenía intención de matar.

Además de la pena de prisión, el tribunal condena al procesado a que indemnizar a B.S., hermano de la víctima, con 60.000 euros.

Los hechos ocurrieron sobre las ocho de la tarde del 1 de septiembre de 2012 en la calle Hermanos Pinzón de Añover de Tajo, donde la víctima estaba charlando con un vecino cuando el acusado le apuñaló por la espalda sin mediar palabra y sin que tuviera posibilidad de defenderse.

Tras el primer acometimiento, el herido huyó hasta refugiarse en el patio de una vivienda cercana, donde fue alcanzado por Ben Khalifa, quien le asestó nuevas puñaladas en distintas partes del cuerpo, hasta once en total, cuatro de las cuales le alcanzaron órganos vitales, como la arteria aorta, el hígado, el esófago y el pulmón.

Cuando la Guardia Civil y los servicios sanitarios llegaron al lugar encontraron a la víctima tendida boca arriba en el suelo del patio de la casa donde trató de ocultase con el gran cuchillo de cocina clavado en el estómago y sin que pudieran hacer nada para salvarle la vida al morir desangrado.

Tras el crimen, el acusado se fumó un cigarro y huyó en su vehículo, siendo interceptado en la carretera que une Añover de Tajo y Villaseca por una patrulla de la Guardia Civil, que le encontró con las manos y la ropa manchadas de sangre.

Ben Khalifa les confesó que acababa de matar a su vecino porque estaba "liado" con su mujer y que ésta se había "librado" de morir por encontrarse esos días en Marruecos.

Durante su declaración, el procesado dijo al jurado que tuvo que acabar con la vida de Omar para salvar su honor y el de su familia, ya que su esposa había tenido un hijo de la víctima, lo que negó la esposa, quien explicó por videoconferencia que la relación que mantenía con la víctima era solo de "vecindad".