Romina Aguilar, de 32 años, murió al recibir disparos de bala en el momento en que salía de su casa, sin que se hayan encontrados indicios de un intento de robo, según declaró su esposo, el alcalde de La Calera, Diego Lorenzetti.
"Mandaron a matar a mi mujer. ¿Cómo le explico a mis hijos?", dijo Lorenzetti, de acuerdo con el testimonio que figura en la causa, revelaron fuentes judiciales.
La Calera es un pequeño poblado de 600 habitantes, a unos 900 Km al noroeste de Buenos Aires, en una zona serrana de San Luis, distrito de fuerte producción rural, con ingresos por turismo y manufacturas industriales.
Los investigadores aún no pudieron determinar si el caso es un ajuste de cuentas, una venganza personal o un hecho de tintes políticos.
San Luis es una provincia gobernada por un sector centroderechista del peronismo, partido opositor a nivel federal.
dm/hov
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