Jesús Becerra pide en Roma que se resuelva el crimen del cardenal Posadas

Roma, 20 may.- El abogado mexicano Jesús Becerra pidió hoy que se aclare el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo en 1993, un crimen en el que, aseguró, participaron personas cercanas al entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.

"No hay pruebas de que el presidente ordenara el asesinato, pero sí de que su gente cometió estos asesinatos", dijo hoy Becerra en Roma a Efe sobre ese suceso que costó la vida en total a siete personas.

Sus acusaciones en contra el Ejecutivo de Salinas están plasmadas en su libro "Los Chacales", cuya edición en italiano se presenta en la capital italiana.

En apenas 123 páginas, el escritor, catedrático y abogado presenta las investigaciones que realizó durante estos últimos veinte años junto con su amigo y también letrado Fernando Guzmán.

"Todo el contenido del libro es real, jurídico, lo sacamos del expediente. No hay inventos ni suposiciones", sostuvo.

Sus averiguaciones son presentadas ahora al público en un libro "fresco y dinámico que pretende contar a todo el mundo católico" lo que Becerra calificó de "crimen de Estado".

Un asesinato que puede ser ahora llevado a los tribunales por el Gobierno de Enrique Peña Nieto, señaló el letrado.

"Ahora el presidente tiene la posibilidad de buscar la concordia. Las autoridades pueden agarrar el expediente y entregárselo a la Justicia para que esta se pronuncie", subrayó.

El cardenal Posadas Ocampo fue asesinado el 24 de mayo de 1993 cuando esperaba para encontrarse con el Nuncio Apostólico mexicano Girólamo Prigione en el Aeropuerto Internacional de la ciudad de Guadalajara (centro de México).

De inmediato se apuntó a que el cardenal podría haberse cruzado cuando dos bandas de narcotraficantes, la de Joaquín "el Chapo" Guzmán y la de los hermanos Arellano Félix, se enfrentaban.

Una versión que fue sustituida por una segunda que sostuvo que Posadas podría haber sido confundido con "El Chapo", quien iba a ser asesinado ese mismo día por orden del Cártel Arellano.

Dos explicaciones que Becerra rechazó.

"Hay casi 10 testigos que señalan que se acercaron personas armadas al cardenal y le dijeron 'dónde vas pinche curita' con un rifle de alto poder y le descargaron su arma encima", contó.

El cardenal, según afirmó el forense Mario Rivas en su informe, recibió 14 balazos, disparados a menos de un metro de distancia.

"Hay muchos elementos -insistió Becerra- que apuntan a que el asesinato fue premeditado. El general Gutiérrez Rebollo, que estuvo al frente del operativo estuvo muchos años en la cárcel acusado de narcotráfico, dijo que todo el escenario para matar al cardenal había sido un montaje y que todo estaba dispuesto para asesinarle".

Los motivos, continuó, podrían ser que el cardenal conocía que había personas cercanas al presidente y al gabinete del presidente que estaban involucradas en el narcotráfico y así se lo hizo saber a Carlos Salinas en una reunión que mantuvo con el mandatario en la Residencia Oficial de Los Pinos, días antes del crimen.

"Lo importante es preguntarse ¿para qué lo matan de aquella manera, públicamente en un aeropuerto? El mensaje de la gente en el poder señalando que ellos son los que imperan es muy claro. Son la fuerza, matan al cardenal de manera visible para que la Iglesia y el pueblo sepa que no se pueden meter con ellos", añadió.

Becerra afirmó que "México es un país lleno de violencia, de asesinatos, de secuestros y de extorsiones" que quedan impunes porque el Gobierno, dijo, "no hace nada para resolver los grandes crímenes".