Rajoy engrasa la maquinaria electoral del PP y cree que Sánchez le volverá a decir 'no'

  • Moncloa y Génova fían toda su estrategia a esperar a que Podemos no se abstenga ante el acuerdo PSOE-Ciudadanos.

    Rajoy se marchará de vacaciones de Semana Santa y llamará a Sánchez después, aunque no confían en que puedan avanzar.

Rajoy insinúa que será el secretario de Estado de la UE el que informará en el Congreso del acuerdo sobre refugiados
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EUROPA PRESS
Fernando H. Valls

Moncloa y Génova engrasan día a día la maquinaria electoral de cara a una nueva cita con las urnas. En el equipo de Mariano Rajoy ven cada día más probable la repetición de los comicios el 26 de junio y ya se preparan para ello. Creen que ni la crisis en Podemos provocará la abstención del partido de Pablo Iglesias para que Pedro Sánchez pueda ser investido.

Jorge Moragas, jefe de campaña del PP, ha fiado toda su estrategia a esperar a que Sánchez no consiga cerrar la abstención de Podemos en un nuevo intento de investidura. Los populares ven prácticamente imposible un acuerdo así, con Ciudadanos de por medio, y así están trabajando.

"Trabajamos con un escenario en el que lo más probable es que vayamos a unas nuevas elecciones", reconoce a lainformacion.com un alto cargo del Gobierno. "Es lo que le dijo Rajoy a Cameron: lo más probable son unas nuevas elecciones; eso no significa que vaya a ser así, sino que es lo más probable", reconoce la misma fuente monclovita.

Rajoy y los suyos también creen que Rajoy volverá a decirles 'no': "Si lo ha hecho 17 veces ya, volverá a hacerlo". El PP, además, quiere que se reúnan sus líderes para que luego los segundos niveles continúen con la negociación. El PSOE ha pedido justo lo contrario. 

La fecha que han marcado en rojo en los despachos de los dirigentes del PP es el 2 de mayo, en primer lugar. Hasta entonces la estrategia va a pasar por desplegar los siguientes mensajes:1. Ser tajantes contra la corrupción. La nueva cúpula del PP está harta de la corrupción. Y así se ha transmitido en público y, especialmente, en las reuniones de la Ejecutiva del partido. Andrea Levy, Javier Maroto o Pablo Casado están cansados de tener que defender en público a Rita Barberá, por ejemplo, y han estallado hasta forzar la apertura de un expediente informativo. Sus palabras, incluso, le han costado alguna bronca por teléfono con la exalcaldesa de Valencia.Rajoy y Moragas han impartido la consigna de ser contundentes, de que a sus portavoces no les tiemble el pulso. Eso sí, sin perjudicar a nadie que luego pueda resultar inocente. Está habiendo declaraciones duras (“mientras yo en el País Vasco me estaba jugando el tipo por unos ideales y con mi propia vida, otros estaban contando billetes”) y habrá más.2. El llamativo pacto de Ciudadanos con el PSOE. El PP también tiene orden de poner en evidencia la falta de coherencia de Albert Rivera, a quien no le importa pactar con los socialistas. Se ha repartido, incluso, algún argumentario anti-Ciudadanos.En el PP hay quien cree que el pacto ha escorado demasiado a Rivera hacia la izquierda y que, a partir de ahora, los populares tendrán más fácil recuperar al votante de centro derecha por el que compiten con Ciudadanos.4. Mantener al PP movilizado. En los últimos días, los populares están lanzando mensajes en clave electoral. "Espectáculo", "pérdida de tiempo", "estamos donde estábamos, y aún peor", "acuerdo que nace del puro sectarismo político". Son algunos de los calificativos hacia el acuerdo PSOE-Ciudadanos. El partido está movilizado de cara a una posible campaña. De ello se ha encargado María Dolores de Cospedal y su equipo. La cohesión es una de las armas más poderosas de Génova.5. Rajoy repetiría como candidato. El presidente en funciones tiene decidido volver a ser el cabeza de lista del PP por Madrid si hay nuevos comicios. Sólo la cúpula del partido podría truncar sus planes pero, de momento, la formación se mueve al unísono junto a Rajoy. No hay contestación interna hacia su candidatura.Los populares, en definitiva, mantienen engrasada su maquinaria electoral porque saben que las elecciones no se juegan en los últimos quince días. El español decide su voto cada vez antes y lanzar mensajes en clave de elecciones puede resultar trascendental. Todo depende, en cualquier caso, de Podemos. Si a Pablo Iglesias le convencen para que facilite la investidura de Pedro Sánchez, el PP vivirá un terremoto sin precedentes. 

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