Pedro Sánchez, del No, no y no, al yo, yo y yo

  • Pedro Sánchez ha pasado del no, no y no a Rajoy al yo, yo y yo en el PSOE. Su enroque desconcierta a unos barones que no entienden que Sánchez ponga en riesgo la unidad del PSOE en busca de un imaginado gobierno que no tendría capacidad para cambiar casi nada.

    Los fieles a Sánchez creen que un Congreso mantendría a Sánchez en la secretaría general mientras juegan la carta de la militancia para saltarse las líneas rojas del Comité Federal. Sánchez no se irá.

M.T.

En el PSOE empiezan a dar crédito a lo que nunca creyeron posible. Pedro Sánchez va a intentar ser presidente a toda cosa y si no lo logra se va a enrocar como sea en la secretaría general del PSOE. Ha pasado del No, no, y no a Rajoy al yo,  yo y yo... hacia la presidencia.

La militancia es su arma, aunque los barones ya hayan dejado claro que poco más de 200.000 personas decidan por encima de más de cinco millones de votantes. Protegido por su guardia pretoriana, Sánchez está dispuesto a celebrar un Congreso para volver a ser reelegido y no descarta que la militancia decida darle luz verde para saltarse las líneas rojas. 

En la mente de Pedro Sánchez la situación ha cambiado. Primero, Rajoy ha sido incapaz de lograr la investidura y los casos de corrupción le persiguen. Segundo, Podemos ha pasado de creer en el sorpasso a temer unas nuevas elecciones tras perder un millón de votos mientras aparecen sus primeras fracturas internas. Y Susana no ha dado ningún paso en dirección a Madrid.

Sánchez solo puede presumir de haber llevado al PSOE a lograr los peores resultados en escaños (90 y 85) y en porcentaje de voto de la historia del partido (22,01 % el 20D y 22,66% el 26J). Ha logrado que el suelo del PSOE pase del 30% en los inicios de la democracia a rondar el 20%. Hay que recordar que el PSOE logró en 1982, 10.127.392 de votos y un 48,11 % de españoles apostaron por el partido. Es decir, el PSOE ha perdido en el camino un 26% de votantes. Más de la mitad. Y no reacciona. 

Esta caída libre, que provocó en el camino el adiós de Almunia y de Rubalcaba (ahora puede que se arrepienta), que se fue con 7.003.511 de votos logrando un 28,76%, aterra al partido. Nunca desde 1977, donde el PSOE cosechó un 29,32% de voto y el menor número de sufragios: 5.371.866 se ha visto nada igual En Gran Bretaña dimiten, en Alemania también... Pedro no solo se queda sino que no duda en echar un pulso a sus barones. 

La vieja guardia del PSOE está descolocada, amenazando con romper el carnet del PSOE como Ibarra, denunciando porque no se puede discrepar como Vara, o señalando que no se puede pretender ser presidente con los peores resultados de la historia del PSOE y 85 escaños como señalan Page o Susana Díaz. 

Lejos quedan las dos mayorías absolutas logradas por Felipe González en las elecciones de 1982 (202 diputados) y en las de 1986 (184) o los dos triunfos de José Luis Rodríguez Zapatero en 2004 (164 escaños) y 2008 (169) logrando el récord de votos con 11.289.335 (43,87%) y 169 escaños el PSOE camina sin rumbo. La convicción de los contrarios a Sánchez es clara: solo busca su supervivencia política. Nada más. Ni el PSOE ni el país le importan. Se preguntan ¿qué sería de Pedro Sánchez sin la política? Y ahí encuentran la clave. Quiere ser presidente. Todos buscan su supervivencia

En este roll de supervivencia también está Rajoy, que podría tener un gesto e irse, y Pablo, que quiere eliminar cualquier rival para su Congreso de 2017, por eso intenta frenar las corrientes errejonistas. Rivera, intenta también mantener su sitio diciendo no a Podemos y sí al resto, pero no se lanzará a los brazos de Pedro en un gobierno a la deriva. Pero el PSOE no es un partido de nuevo cuño, tiene más de cien años de historia y es el que más ha gobernado en la historia de la democracia española. Es un elemento vertebrador de España en una época convulsa en la que Cataluña presenta importantes desafíos. Ser muleta del PNV en el País Vasco, la ilusión de Sánchez

Sánchez solo espera superar los 10 escaños en el País Vasco y ser la muleta del PNV. En las gallegas se espera debacle total. No parece importarle. Seguirá su camino. Los medios de comunicación ya hablan, como El País, de la deriva de Sánchez, que descalifica su hoja de ruta y señala que solo agudizará la ya profunda crisis del PSOE y provocará otras elecciones. Rajoy solo espera eso... y volver a ganar con más ventaja. Y aunque eso irrite a Susana Díaz, parece el panorama más viable a tenor de las encuestas.

De Sánchez ya se dice que es el peor político que ha dado este país superando a ZP, que también apuesta hoy por ir a la oposición, como Felipe, Guerra...a los que nadie escucha. "Hay que convocar un Congreso sí, pero no para apuntalar a Sánchez, hay que emprender la refundación del PSOE recordando el proyecto europeísta y socialdemócrata que le hizo grande. Y dejar gobernar al más votado", dice El País, que señala que "Sánchez parece olvidar los intereses de España". 

No menos duro es El Mundo que después de enumerar todos los fracasos de Sánchez "pésimos resultados electorales, frustrada investidura, caldera interna del PSOE" no entiende su idea de formar gobierno "lejos del interés general" y cree que lo que pretende es "ganar tiempo para desactivar a los disidentes". Considera que es Sánchez el "responsable del bloqueo de España". 

Como señala el ABC, Pedro Sánchez lo que desea es cortocircuitar  cualquier amago de rebelión contra su liderazgo, mientras que Iceta ya ha dejado entrever que hay que acabar con todas las líneas rojas (¿un guiño a las nacionalistas?). Desde La Razón se señala que el único proyecto político de Sánchez es acabar con Rajoy. Y todos confirman lo mismo. Sánchez ha pasado del No, No, y No a Rajoy al Yo, yo, yo

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