Así ve el periodista Fernando Jáuregui a los líderes políticos: de Franco a 'Podemos'

    • Para Jáuregui, Rajoy no es el estadista que España necesita; Zapatero ha sido el peor presidente de la democracia y algunos como Aznar y González debieron marcharse antes de lo que lo hicieron.
    • De Rivera dice que la gran esperanza, pero necesita que de Ciudadanos salgan más líderes. Y de Iglesias señala que no tiene un pelo de tonto y sabe que puede morir de éxito.
El Rey ha recibido por separado a González, Aznar y Zapatero, según ABC
El Rey ha recibido por separado a González, Aznar y Zapatero, según ABC
E. M.

El periodista Fernando Jáureguiha escrito y publicado un libro esencial para conocer lo acontecido en nuestro país en las últimas décadas -Historia vivida de España, de Franco a Podemos 1970-2020- en el que hace un repaso profundo de todos los presidentes, dirigentes y periodistas que han desempeñado, desempeñan o desempeñarán un papel clave en la política de nuestro país.

Jáuregui lo resume en una frase: "Lo importante es lo que ocurrió. Fue esto. Yo simplemente estaba por allí". Y estuvo allí, con casi todos, si no con todos, le falta el líder de Podemos, Pablo Iglesias. Pero logrará dialogar con él, porque hay que pelear estar allí para poder contarlo de primera mano.Suárez, el hombre que cambió un país en 11 meses

Fue quien dio la vuelta al Estado en 11 meses con todo en contra, el poder fáctico, los militares... Fue el hombre que abrió el bloqueo a la democratización del país. No estuvo ni cinco años en el cargo pero transformó las estructuras del Estado, de la Administración, de los partidos, de los sindicatos, el propio concepto que los españoles tenían de su país.

El 9 de junio de 1976 Suárez defiende ante las Cortes el derecho de Asociación Política. Y deslumbra. Perfecto. El Rey, que se había fijado en él mucho antes, durante su etapa en TVE, fue vital y le pidió que fuera presidente. "Te quiero pedir un favor, acepta la presidencia". Dice la leyenda que Suárez le dijo que cuánto había tardado. Su Gobierno fue recibido bajo duros titulares, ¡qué error, que inmenso error!, o gobierno de penenes, pero sorprendió a todos. Su talante no se ha vuelto a ver en La Moncloa.

Sí, se tenía que haber ido en 1977, cuando se constituyeron las Cortes. A partir de ese momento todo fue para él sufrimiento. Tuvo que dimitir. ¿Dimitió o le dimitieron? Jáuregui cree que dimitió. Pero solo ese proceso que lideró le convierte en el mejor presidente de la democracia. Además, su talante cambió las costumbres políticas de toda una época. Un seductor al que algún periodista le agarraba por el hombro y le decía: "oye tú cabrón", y él contestaba: hombre, te recuerdo que soy el presidente. Al final no le votaban, pero le aplaudían.De Calvo Sotelo la gente respetaba su prudencia

Estuvo poco tiempo, pero demostró una gran valentía política en el juicio de Campamento sobre el 23F, tuvo el valor de dar los primeros pasos para meter a España en la OTAN.

Su tiempo fue muy efímero porque tuvo que convocar unas elecciones que sabía que iba a perder, pero UCD ya era imposible. Sí fue capaz de aglutinar a un grupo de gente de mérito en defensa de la democracia.

Cree Jáuregui que pese a su prudencia sí quería ser presidente, pero no era un estratega ni un político al uso. Fue él quien se dio cuenta de que Suárez -al que dice la leyenda que le pidió un puesto en el Gabinete llorando- era el único que podía ganar unas elecciones cuando otros se postulaban a ocupar su lugar. "Un hombre de peso, escasa sonrisa y buen sentido de humor. La gente respetaba su trayectoria, su prudencia y su apellido"González, el estadista que no supo irse

Reconoce Jáuregui que su primera impresión de González fue decepcionante, tras una entrevista fría, sin titulares. Aún era Isidoro y no vislumbró su capacidad para gobernar un país. González tiene luces y sombras. Las luces de Felipe González son la transformación de un país, el desarrollo del Estado de Bienestar, su capacidad de relacionarnos con el exterior con la entrada en la OTAN, en la UE. Un hombre pragmático fue Felipe. Y que tenía la costumbre de ir por la vida perdonándonosla a los demás", recuerda Jáuregui. Y amagando con dejar el poder... algo que al final solo dejó cuando los ciudadanos dijeron basta y fue por los pelos.

Entre las sombras, sus tres últimos años: lamentables. Nunca tuvo que haber ganado esas elecciones porque fueron tres años de falta de respeto a las instituciones. Tuvo que dimitir hasta un vicepresidente porque se espió hasta al Rey. Hubo una total falta de respeto democrático. Jáuregui desvela lo que muchos saben pero con una frase que define muchas cosas. González siempre despreció a Aznar, al que llamaba Charlotín.

Ninguno ha sido tan complicado y ninguno ha mentido tanto como Felipe, confiesa Jáuregui, que reconoce que el ex presidente no le tiene entre sus amigos.Aznar: un gran presidente lleno de soberbia

¿Qué es poder? El padre del autor lo definía así: Es llegar a casa de un hombre, decirle que se va a Logroño, y que este se vaya a Logroño ¡sin rechistar!. Ese tipo de poder fue el que Aznar no supo llevar con mayoría absoluta cuando había hecho lo más difícil: lograrla. Le sentó muy mal a Aznar esa mano por el hombro de Bush, que Blair le llamara José María y esa foto de las Azores. Pero antes, en su primera legislatura fue otro Aznar. ¿El verdadero? No se sabe. Negoció bien. Tuvo un proyecto. La economía fue su mayor logro. Pero le pudo la soberbia personal. Fue capaz de decir el milagro de España soy yo. Ahí es nada y ahí es todo. El hombre que salió impertérrito de un atentado, pero al que la Moncloa le deterioró la humanidad.

Aznar es un tipo adusto, huraño y algo antipático desvela Jáuregui, o eso transmitía desde sus inicios. El día de su victoria, cuando esta se vio mucho más ajustada de lo esperado alguien mandó parar eso de Pujol, enano, habla castellano. También se guardó en un cajón todo lo referido a Pujol. De su encuentro Pujol sacó cerca de 25.000 millones para Catalunya y Aznar aprendió a hablar catalán en la intimidad.Zapatero, el peor presidente

Entró diciendo que España necesitaba un Gobierno que no nos mintiera y acabó ganando otras mintiendo a los españoles sobre la realidad económica. Un tipo decente, no demasiado listo, un poco bocazas, frívolo o liviano. Eso sí, aceptaba las críticas con cara de póker. Un hombre que decía lo primero que se le pasaba por la cabeza sin pensar en las consecuencias.

Y Jáuregui fue testigo de algunas de esas frases. Sí, Jáuregui reconoce que ZP ha sido el peor presidente de la democracia. El hombre de las ideas terroríficas. Sí, también reconoce que el PSOE se equivocó al elegirle por encima de Bono. Y también que en 2008 el país ya pedía a gritos un gobierno de coalición ante la situación económica y la necesidad de ser fuertes ante Europa. Pero no era este tiempo de estadista, ni Rajoy ni ZP lo son.

Los errores en política económica e internacional fueron brutales con ZP, pero también tuvo el mérito de acabar con ETA. Y de extender derechos. Un tipo incomprensible, escasamente capacitado para ser presidente, nos metió en un lío en política territorial, eligió mal a sus ministros, desconocía el mundo de la economía. No quería colaboradores mejores que él y sin quererlo los tuvo, incluso. No se llevaba bien con Blair, se alegró de una derrota de Merkel que al final no fue tal y chocó con Sarkozy. El día que hubo el atentado de la T4 pudo haber dimitido. No lo hizo.Rajoy no es el estadista que España necesita

Decían muchos que Rajoy iba a ser peor candidato que presidente. Hoy esta opinión ya no es generalizada ante el que ha logrado ser el presidente peor valorado de la historia de la democracia. Que se dice pronto. "Un problema de empatía rotundo con la gente es lo que muestra ese dato. Y ese distanciamiento es mortal para un político. Es un hombre decepcionante en muchos sentidos".

Jáuregui habla de Rajoy con decepción, aunque tampoco él esperara muchísimo más del fan de Marca, capaz de alargar una comida hasta las seis puro en mano. "No es Rajoy el estadista que necesitaba España en estos momentos. No se puede basar la estrategia política en que la economía se recupera aunque haya signos de ello. La gente no lo nota. Rajoy ha despreciado la regeneración política".

"Hay quien aplaude que deje pudrirse los problemas porque a veces le suele bien. Pero Catalunya no se soluciona así. Carece Rajoy de la capacidad de ilusionar a la gente, no habla, no le ven, no pisa la calle. Un ejemplo ilustra la diferencia entre un político como Rajoy u otro como Obama, independiente de cada uno: lo primero que hizo Obama con su primera enferma de ébola fue ir a verla, besarla y abrazarla. A Rajoy no se le espera, creo que ni llamó a Teresa Romero. Un político tiene que ser cercano y dar cariño a la gente. No tengo claro que se vaya a presentar a las elecciones porque elo problema de su popularidad y la confianza que despierta en la gente es muy grave".Sánchez, el hombre que llegará a ser presidente

Más de una persona de altos vuelos ha soltado la frase de que Pedro puede llegar a ser presidente… aunque se le acabe la conversación a los cinco minutos. Jáuregui está convencido de que Pedro Sánchez será presidente del Gobierno si deja de haber enfrentamiento con Susana Díaz. "No comparto que sea otro ZP porque este tenía estrambóticas e inconvenientes".

A Pedro Sánchez le hace falta un equipo puntero, algunas personas de reconocido prestigio, pero está preparado. Tiene algún problema de comunicación, que no consiste en salir en todos los sitios, y debe limar algunas errores. El primero negar cualquier pacto con el PP, y otros como su no a Juncker en Europa, que parecen ideas zapateriles. Pero el PSOE tiene un programa de reformas de más alcance y con mejores posibilidades de poner en práctica que Ciudadanos o Podemos. Y creo que después de las elecciones si ve necesario un pacto de Estado lo hará.Rivera, la esperanza

Con un máster en derecho en la prestigiosa universidad Esade, este barcelonés de 35 años, exsimpatizante de las juventudes del Partido Popular, procede de una familia humilde de comerciantes, de padre catalán y madre andaluza. Padre de una niña y separado recientemente, es actualmente uno de los políticos más carismáticos de España.

Como Pablo Iglesias, debe una parte de su fama a las entrevistas concedidas en los medios de comunicación, en la que se desenvuelve con soltura, simpatía y sensatez. Con aspecto de yerno ideal, barbilampiño y enfundado habitualmente en traje y camisa, su imagen dista mucho de la cola de caballo y los tejanos del líder de Podemos.

Campeón regional de natación con 16 años, sus allegados destacan su persistencia reflejada en su lema vital, tomado de una conocida marca deportiva,Impossible is nothing (nada es imposible).

Jáuregui, por su reciente despunte, no dedica demasiado espacio de su libro a Rivera, sin embargo, parece tener un concepto formado de él: "Rivera es una esperanza al que le falta un partido. Debe fortalecerse y necesita que de Ciudadanos salgan más líderes. Va a morder muchos votos del PP".Iglesias, el tertuliano que aspira a presidente

Ha logrado convertir la desazón en partido y liderar encuestas. Jáuregui empieza su libro con Franco y lo acaba con Podemos. Sintomático. Puede ser el futuro o solo un poco de aire fresco que ventile pero no arrase.

Jaúregui estima que es más lo segundo que lo primero. Un movimiento tan necesario como no inútil para gobernar: "No le conozco en primera persona, pero parece evidente que en estos momentos no está preparado para ser presidente del Gobierno. Grecia no es España y Syriza es impensable aquí, sería una novedad excesiva ver a Podemos gobernando. Pero sí hay que reconocer que la formación creada por Pablo Iglesias ha sido todo un éxito y ha provocado que el resto de formaciones se muevan. No todos los tertulianos tienen la capacidad de ser presidentes del Gobierno, no veo a Monedero en Bruselas".

Jáuregui sí reconoce que Podemos ha sido un verdadero aguijón para el romo debate político-económico español. El concepto Podemos se cocinó entre cuatro esquinas de Lavapiés, ya existía antes de nacer, señala Jáuregui en su libro, que destaca que uno de sus grandes éxitos fue hablar y más aún en la tele, de los problemas que nos preocupan a todos. Y no menos importante, el dominio de las redes. Hablar de Podemos vende. Pero Jáuregui cree que la dialéctica de acabar con todo lo viejo no suele tener buen final, que el concepto de Iglesias respecto a los medios es irreflexiva. "Pablo no tiene un pelo de tonto y sabe que puede morir de éxito".Don Juan Carlos, un personaje vital

El Rey. Un personaje vital para la historia de España, sí, reconoce Jáuregui en su Historia vivida de España, de Franco a Podemos 1970-2020. El único que queda de esa historia mágica de la Transición. El Rey que abdicó. Un Rey ahora solitario, doliente y renqueante. El hombre que vio mermada su popularidad ganada a pulso por Botswana, por su negligencia en vigilando por el caso Urdangarín. Tuvo grandeza al decir "Me equivoqué, no volverá a ocurrir". Muchos otros, cree el periodista, no lo habrían hecho.

"Con sus claros y oscuros, aunque muchos más de los primeros, será recordado como una de las piezas imprescindibles en nuestra historia. Se creyó, llegado un momento que no tenía que rendir cuentas ante nadie. Al final se dio cuenta de su realidad insostenible y abdicó".

Al Rey que algunos llamaban Juan Carlos I, el Breve, estuvo 40 años en el trono. Dicen que el propio Franco le dijo: "Usted, Alteza, no podrá gobernar como yo lo hago". Arias le llamaba "este niñato", pero ganó. ¿El 23F? Su aparición, digan lo que digan, fue vital. Eso sí, a los que participaron en él les salió barato.

Del talante de Don Juan Carlos y su capacidad de ser frío en sus deciciones pese a su campechanía, a veces indiscrección consentida, da fe cómo cuenta Jáuregui en su libro que notificó su cese a Sabino Fernández Campo. Fue en un almuerzo con la Rena: "Fíjate que pena,Sofi, Sabino quiere dejarnos". Así lo contaba el propio Sabino.

Por cierto, El Rey se resistió todo lo que puedo a que Rubalcaba dejara el PSOE. Se fueron casi a la vez, pero Don Juan Carlos siempre vio en él a un hombre de Estado necesario.Felipe VI, ya hace remontar a la Monarquía

Formado, comedido, preparado como una máquina perfecta para reinar. Es una figura excepcional, que cuando se ve de cerca demuestra que es más simpático y cercano de lo que parece, que está muy formado para su puesto y que tiene unos valores que están por encima de los de la mayoría de los políticos. El debate sobre Monarquía y República tendrá poco recorrido con su figura en el trono, ya se está viendo que está en valoración muy por encima de la clase política.Políticos en pocas palabras

Alfredo Pérez Rubalcaba. Más inteligente que la gente que le rodeó. Entre los suyos y los de enfrente. Un hombre de Estado, un servidor público. El hombre mejor informado de España. Es junto con Herrero de Miñón, Martín Villa y Anguita que más valoro del mundo de la política. Los que han llegado aún no han llenado la silla que él ocupaba. Gracias a él la etapa de ZP no fue peor. El hombre que más secretos sabe de España.

José Bono. En sus manos el PSOE hubiera sido más reformista y más posibilista. Es obvio que el PSOE se equivocó eligiendo a ZP en vez de a él, pero el odio que provocaba entre los guerristas era demasiado… y Felipe al final cambió de bando de la mano de Trinidad Jiménez. En el único punto en el que seguramente no hubiera hecho algo mejor que ZP sería ETA.

Soraya Sáenz de Santamaría. Mantiene un enfrentamiento claro con María Dolores de Cospedal, mientras que gran parte del PP no está con ella aunque ha demostrado su valía.

Alberto Núñez Feijóo. Es uno de los grandes aspirantes de suceder a Rajoy, no le he oído nunca decir ninguna tontería y está demostrando en su comunidad su solvencia.

Ana Mato. No tenía perfil para ser ministra del Gobierno, la pusieron de rebote y nunca debía haber estado donde Rajoy la puso.

Miguel Herrero de Miñón. Padre de la Constitución, uno de los fundadores de UCD que también ayudó a desunirla. Apoyó a Fraga pero eso duró poco porque chocó con sus creencias. Es una de las personas con más talla política e inteligentes que hemos tenido, en opinión de Jáuregui. No ha gozado del prestigio que su capacidad intelectual y su adelante democrático merecían. En una democracia como la británica habría ocupado mejores cargos.

Rodolfo Martín Villa. Uno de los grandes aciertos de Suárez que vio en él un hombre del antiguo régimen que mejor podía adaptarse al nuevo. Con Carrillo hizo una labor inmensa en la Transición. Un todoterreno con una idea muy clara de lo que es el Estado, de lo que es un partido, de lo que es España y de lo que es el sentido común. Afortundamente no se bajó del coche oficial en 40 años. Un pilar de la Transición.

Miguel Ángel Fernández Ordoñez. Uno de los hombres que más sabía de política de España. Si Suárez se hubiera retirado a tiempo podía haber sido uno de los llamadas a sucederle, por capacidad, conocimientos, y talla política. El mejor ministro de Exteriores que ha tenido España.

Antonio Garrigues Walker. Hubiera sido el candidato perfecto a presidente. Nuestro Kennedy por su imagen, su carisma, su conocimiento de varios idiomas y su falta de necesidades económicas. Inició un camino con el Partido Reformista que no cuajó, pero su talante, su cercanía, su manera de entender la política hubiera cambiado muchas cosas.

Pedro Solbes. Uno de los grandes culpables de que nos enteráramos de la crisis tarde y mal. Nunca quiso volver a ser ministro y se le notó. No soportaba a ZP y mucho menos a Sebastián, esa catástrofe ambulante. ZP le hacía poco caso. Ha sido el mejor y el peor ministro de Economía.

Alfonso Guerra. El hombre que iba de intelectual sin ningún fundamento que lo demostrara. Tenía todo el poder del PSOE. No era en puridad un demócrata, tenía una visión patrimonialista del paritdo, disfrazada de izquierda el monolitismo. No quiso nunca a Montesquieu, con él, el que se movía no salía en la foto.

Alberto Ruiz-Gallardón. Un desastre. Siempre se vio por encima de su propia realidad. Gastó como nadie en Madrid, como ministro no logró llevar nada hacia delante, ni un proyecto de ley. Estaba condenado antes de su postura sobre el aborto. No era digno de desatar ni las sandalias de su padre.

Carlos Solchaga. Un señor con el que se podía hablar. Claro que tenía sus cosas, pero sabía de lo que hablaba. Fue el gran enemigo de Guerra que le acusaba de ser de derechas.

Carlos Arias Navarro. Acabaría muriendo como vivió, solo, triste, nunca dio una entrevista, jamás se le conoció un gesto humano. Un cenizo. Nunca soportó al Rey.

Javier Solana. Poco brillante, sólido y honesto. Pudo ser el relevo de González en el 96 pero ningún gran líder quería que lo fuera, así que de repente le llegó la oportunidad de ser el ministro de Exteriores de Europa. Y aceptó.

Antoni Asunción. El ministro que dijo en España "tuve un error tengo que pagar por ello". Su trayectoria siempre fue seria, coherente y fue espiado… siendo ministro del Interior.

Narcis Serra. Era el CESID su juguete personal. Pudo ser el sustituto de González tras los JJOO. Tiene mucha información, tal vez por ello puede salir indemne hasta de la Caixa.

Ramón Tamames. Siempre me pareció un fuera de serie, un verdadero hombre de la Transición, un ejemplar humano inclasificable, sin duda para bien, como Punset, o Peces Barba, entre otros, dice Jáuregui.

Baltasar Garzón. Un chisgarabís, futil, vano, instrascendente.

Mario Conde. Mediático, simpático, desinhibido, pagado de sí mismo hasta extremos inconcebibles. El contacto con él era tóxico. Provocaba rumores incontrolados y acercamientos indeseables. Bastante de la crispación y ataques contra el Rey lo gestaron en la cárcel De la Rosa y Conde.

Juan Alberto Perote. Una de las historias más sonrojantes de esta época. Traicionó a su patria, a su Rey, a sus jefes, a sus amigos y a la verdad.

Pedro J. Ramírez. Fernando Jáuregui le considera uno de los mejores periodistas de España, lo malo es que nunca quiso ser solo eso. El hombre que llama a los presidentes al móvil al Congreso, el hombre poderoso, influyente y ególatra.

Miguel Barroso. Nadie hizo más por hundir al presidente ZP que él (salvo el propio presidente). No dice muchas verdades, y lo de Chacón es un invento. Se la ve y uno se da cuenta de que no es la mujer adecuada para la presidencia.Juan Luis Cebrián -Janli-. Así le llaman hasta los que le quieren. Rico, poderoso, posee más fortalezas que debilidades, uno de los tres periodistas de España que ha estado en todas las salsas.

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