La familia de Pablo Ráez recoge la Medalla de la Ciudad de Marbella en su honor

  • El acto de entrega de las Medallas de la Ciudad de Marbella (Málaga), que el Ayuntamiento celebró este martes, Día de Andalucía, se convirtió en un homenaje a Pablo Ráez, el joven que revolucionó las redes sociales al promover una campaña de donación de médula ósea y que falleció tras cerca de dos años luchando contra la leucemia.
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El acto, de cerca de una hora de duración que se celebró en el Teatro Municipal y en el que también se distinguieron con Medallas a la asociación Aspandem y al periodista local Salvador de la Peña, contó con continuas referencias a Ráez, que falleció a los 21 años.

La hermana de Ráez, Esther, que pronunció el discurso en la entrega de la Medalla al joven marbellí que comenzó con una cerrada ovación por parte del público, indicó que el sufrimiento y la degradación que sufrió Pablo fue "el peor periodo de mi vida y, quizá, de la de mis padres". Destacó, sin embargo, "he visto a mi hermano sonreír a lo largo de toda su vida porque él hablaba con la sonrisa". "Cuando sonreía transmitía mucha calma y alegría. Eso es lo mejor que puedo recordar de mi hermano, aunque por supuesto me costará mucho trabajo olvidarme de los momentos malos", agregó.

Esther Ráez aseguró que Pablo era un "enamorado" de Marbella y destacó la alegría que sintió cuando vio empedrada la calle Lobatas, en la que ambos crecieron. "Nos hicimos fotos ahí a propósito. Eso él lo ha visto y ha sido feliz así, con su calle Lobatas bonita", explicó Ester, que recordó que su hermano también solía bajar al Parque de La Represa a "escuchar su música".

"Sólo se olvida a una persona cuando se la deja de querer. Y eso es imposible porque todos los que estáis aquí, estoy segura, sentís algo por mi hermano porque os ha removido algo", indicó.

Esther definió a su hermano como "un idealista que creía que el mundo podía ser mejor", algo a lo que ha animado a continuar porque "es lo único que podemos hacer si queremos respetar su legado y seguir con las donaciones de médula y de sangre".

La hermana de Pablo vio su discurso interrumpido por los aplausos del público cuando, en nombre de su familia, dio las gracias a los donantes de médula. "Eso ayudará a mucha gente y, para mí, esas personas habrán sido ayudadas por mi hermano", apuntó.

Esther agradeció las presencia entre el público de un grupo de bomberos, colectivo al que pertenece su padre, que han acudido al acto "de bonito", con traje de gala. Esther Ráez recogió la distinción, la ultima que se ha entregado en el acto, junto a su padre, Francisco, de manos del alcalde, José Bernal, y del concejal y teniente alcalde de Las Chapas, Miguel Díaz.

El discurso de Esther terminó con un abrazo entre su padre y ella sobre el escenario y con una cerrada ovación, la segunda que el público rendía al joven marbellí tras la que le brindó cuando el secretario de los expedientes de las Medallas de la Ciudad pronunció el nombre de Pablo al principio del acto.

Antes de la intervención de Esther se puso un vídeo, de unos cinco minutos de duración, en la que se intercalaban imágenes de Pablo con testimonios de personas allegadas a él, como su madrina o un amigo.

Previamente, la presidenta de la asociación Aspandem, María José Morales, la primera en recoger la Medalla, pidió en su discurso seguir con la "difusión del legado de alguien que nos dejó hace poco porque la donación salva vidas", mientras que Salvador de la Peña indicó que le hubiera gustado compartir el acto con Pablo.

El evento terminó con una intervención en la que el alcalde ha definido a Pablo como un "ángel con capa de superhéroe y un chico especial de esos que quieren cambiar el mundo y no permiten que nadie diga que es imposible".

"Has demostrado ser tremendamente generoso cuando la vida no lo ha sido tanto contigo. Sé de la ilusión y orgullo que te hace que tu ciudad te dé la máxima distinción. Lo sé porque Marbella es parte de ti y todos los que estamos aquí te garantizamos que eternamente serás parte de Marbella", indicó.

Bernal aseguró que la lucha de Pablo "no ha sido en balde", labor en la que ha incluido a la familia del joven marbellí porque "todos los superhéroes necesitan un equipo que les ayude".

Pablo, señaló Bernal, consiguió "hacer realidad el milagro de la vida y que alguien que jamás pensó en donar médula, donara". "Gracias a esa donación, en el otro lado del mundo, una vida que se esté apagando, vuelve a renacer. Esos cientos de miles de donaciones que nunca pensaban donar son decenas y decenas de vida que tú, Pablo, has regalado. Te damos una simple medalla y tú, generoso, regalas vida y felicidad", señaló el regidor entre los aplausos del público.

El alcalde terminó el discurso con las palabras que compartió Ráez en uno de sus últimos mensajes en las redes sociales. "Demos más sonrisas, demos más abrazos, demos más Paz, demos la mejor versión de nosotros mismos, demos gracias a la vida por darnos el gran lujo de poder despertamos cada mañana. Seamos más agradecidos. Siempre fuerte. Siempre", indicó.

Tras el acto, el padre y la hermana de Pablo pidieron que "todo el mundo continúe donando médula y sangre y que siempre sea fuerte". También recordó que pidieron al Ayuntamiento que no cancelara la entrega de las Medallas, como en un primer momento había decido el Consistorio, porque Pablo supo antes de fallecer que recibiría la distinción.

"Mi hermano lo sabía y es como si estuviera aquí con nosotros. Pablo ha visto como todo el mundo le ha aplaudido y le quiere", señaló Esther. "El legado de Pablo es que no hay que tener miedo y que la muerte no es el final. He tenido mucha suerte de tener a Pablo e intentaré no perder nunca su sonrisa", agregó su padre.

El padre de Pablo fue uno de los bomberos que recogió el año pasado la Medalla de la Ciudad que el Ayuntamiento entregó al colectivo en reconocimiento de la ayuda humanitaria que prestó a los refugiados de la isla griega de Lesbos.

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