La Cancillería venezolana ha rechazado a través de Twitter "las injerencias y amenazas imperiales contra la patria de (Simón) Bolívar", que, según ha denunciado, se enmarcan en "una conjura mediática internacional".
"Venezuela es irrevocablemente libre e independiente (...) Más nunca seremos una colonia de nadie", ha subrayado. "No a las agresiones de Estados Unidos. Ya basta ¡Yankee Go Home!", ha remachado la diplomacia venezolana.
El Senado de Estados Unidos ha hecho un llamamiento al Gobierno de Nicolás Maduro para que "libere inmediatamente a los prisioneros políticos" y acepte la ayuda internacional para paliar la falta de productos básicos en Venezuela.
Además, reiteró su apoyo al diálogo iniciado el pasado 30 de octubre en Isla Margarita entre el Gobierno y la oposición para "resolver la crisis política, económica y social", que permanece suspendido por acusaciones mutua de incumplimiento.
El punto más controvertido de esta declaración es en la que los legisladores estadounidenses respaldan la iniciativa del secretario general de la OEA, Luis Almagro, de activar la Carta Democrática contra Venezuela.
La Carta Democrática contempla un mecanismo para los casos de ruptura del orden constitucional en alguno de los países miembro de la OEA que puede acarrear su suspensión en el bloque hemisférico hasta que se reconduzca la situación a la legalidad.
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