Serraj niega que se reuniera con Haftar y le acusa del estancamiento de las conversaciones en Libia

  • El primer ministro del gobierno de unidad de Libia, Fayez Serraj, ha negado este miércoles que se reuniera el miércoles en El Cairo con el jefe del Ejército leal al gobierno asentado en el este del país, Jalifa Haftar, acusando a este último del estancamiento de las conversaciones.
EUROPA PRESS

"El general Jalifa Haftar y el presidente de la Cámara de Representantes, con sede en Tobruk, Agila Salé, se negaron a reunirse (con él)", ha dicho, en declaraciones al diario saudí 'Asharq al Awsat'.

Así, ha recalcado que el diálogo podría haber llevado a soluciones, lamentando que la negativa de la otra parte a reunirse está dañando el proceso político y perjudicando a la población libia.

Serraj ha asegurado que funcionarios egipcios se reunieron por separado con las partes, si bien no llegó a haber un encuentro tripartito. Por ello, ha dado las gracias a Egipto por sus labores de mediación.

Las palabras del primer ministro del gobierno de unidad llegan un día después de que el Ejército de Egipto afirmara que tanto él como Haftar habían acordado celebrar elecciones parlamentarias y presidenciales en 2018.

En su comunicado, afirmó que la reunión "ha finalizado con un consenso sobre varios asuntos nacionales", recalcando que el objetivo de los mismos es "mantener la unidad y integridad territorial de Libia".

En este sentido, detalló que, además del acuerdo sobre la convocatoria de elecciones, se ha pactado la creación de una comisión conjunta de miembros del Parlamento con sede en Tobruk y con el Consejo Presidencial --órgano del gobierno de unidad-- para enmendar el acuerdo político alcanzado en 2016 con mediación de Naciones Unidas.

Asimismo, afirmó que "todos los que ocupan posiciones clave en Libia permanecerán en sus cargos hasta el fin del periodo interino y el inicio del nuevo mandato presidencial y del nuevo Parlamento en 2018.

Sin embargo, fuentes cercanas a Haftar han afirmado durante la jornada que, si bien Serraj ha expresado su respaldo a la propuesta de convocatoria de elecciones, el mariscal de campo se opuso a ella.

LA SITUACIÓN POLÍTICA

El gobierno de unidad se instaló hace varios meses la capital, Trípoli, para intentar unificar el país políticamente, aunque por el momento la situación sigue altamente fragmentada.

El Gobierno con sede en el este del país --anteriormente reconocido por la comunidad internacional-- no ha reconocido la autoridad del Ejecutivo de unidad, que ha hecho frente además a un intento de golpe de Estado por parte de las autoridades autoproclamadas anteriormente en Trípoli.

El encuentro mediado por Egipto tenía como objetivo acercar posturas entre Serraj y Haftar, que recientemente había amenazado con avanzar hacia la capital para combatir a las milicias presentes en la ciudad, algunas aliadas a los líderes golpistas.

El intento de golpe de octubre estuvo encabezado por el ex primer ministro Jalifa Gwell, quien ha ganado peso en las últimas semanas grecias a los crecientes respaldos anunciados por diversas milicias.

Los apoyos a Gwell fueron limitados en un primer momento, si bien la milicia Sala de Operaciones de los Revolucionarios de Libia le declararon su respaldo posteriormente.

A ella se han unido milicianos leales al gran muftí del país, Sadek al Ghariani, y varias brigadas de la localidad de Misrata. Las tensiones se dispararon a finales de noviembre con el asesinato del clérigo Nadir al Omrani, mano derecha de Al Ghariani.

El gran muftí de Libia ha sido uno de los representantes más visibles al gobierno de unidad, y en marzo emitió una 'fatua' declarando "diez años de yihad" contra estas autoridades.

Al Ghariani cuenta además con el respaldo de la Brigada de Defensa de Benghazi --que le ha jurado lealtad--, contra la que combaten las tropas leales a Haftar en esta ciudad.

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