El 'delator' de la trama: "Lo que oculta Gürtel es tan peligroso que abriría una crisis institucional"

  • José Luis Peñas, el hombre que destapó la red de corrupción, ajusta cuentas en el libro “Uno de los suyos. Confesiones del delator del caso Gürtel”.

    "Cifuentes intentó taparlo, Rajoy no tiene autoridad moral para pedirle a Barberá que se vaya y Aguirre... trata ahora de apartarse de la primera línea"

José Luis Peñas, exconcejal de Majadahonda que destapó la trama Gürtel.
José Luis Peñas, exconcejal de Majadahonda que destapó la trama Gürtel.

Navidades de 2005. Francisco Correa y Benjamín Martín Vasco, concejal y presidente de la Empresa Municipal del Suelo de Arganda del Rey, mantienen una conversación telefónica. Martín Vasco le reclama a Correa 300 millones de euros. Si no, no hay contrato. José Luis Peñas, entonces concejal del PP en Majadahonda (Madrid) es testigo de la conversación. Al día siguiente, la grabadora se pone en marcha.

18 horas de cinta fueron la primera prueba que llevó a la policía. Grabaciones que delataban un modus operandi de contrataciones a cambio de maletines y ponían en jaque a todo un partido de Gobierno.

“No estaba preparado para realizar lo que hice y eso produjo un enorme impacto en mi personalidad. Yo no era un policía o un espía. En casa, estaba mi mujer para recoger los restos de una persona que volvía al hogar completamente destrozado”. La revelación sincera de Peñas se teje entre insultos, silencios y amenazas de muerte.

Un coche llegó a sacar de la carretera a su mujer. La próxima vez, le dijo una voz al otro lado del teléfono, sería con los niños dentro. Admite que cada día pensó en no seguir adelante. Siguió. Y, asegura ahora, lo volvería a hacer mil veces más.

Esas 18 horas de cinta forman parte de un total de 80, que Peñas grabó en conversaciones de bar, en encuentros con Correa y otros nombres de la Gürtel. Revela que, no pocas veces, lo mejor se quedó sin registrar... porque las pilas de la grabadora fallaron.

Se convirtió en 'el delator'. “Con ese hijo de puta no tengo de qué hablar”, escuchó decir en su despacho a la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, cuando trató de informarla-a ella y también a Rajoy-de lo que se 'cocinaba' en el partido. En respuesta, un portazo. Se le prohibió entrar a las sedes del PP.

El pasado noviembre volvió a ver a Correa. Estaba en el banquillo de los acusados. “Nadie se ha puesto en contacto conmigo en estos años, y eso es algo que me alegra. No tengo nada en común con esta auténtica casta de chupadores de lo público. Yo no valgo para lamer las migajas que los superiores dejan caer a los inferiores a cambio de la sumisión total. Soy libre y como tal he vivido y viviré”, defiende Peñas.

La 'doble vida' en la que se sumergió durante años para evitar ser descubierto, se refleja en el título de “Uno de los suyos. Confesiones del delator del caso Gürtel” (Península), el libro en el que ahora cuenta en primera persona por qué decidió grabar a Correa, cómo lo hizo y qué supuso para su familia.

“Gürtel no solo es la pieza principal. Es Bárcenas, es Valencia, es Jerez de la Frontera... En cuanto te separas un poco, abres ángulo, y lo ves, es tan peligroso que generaría una crisis institucional en cualquier democracia normal”. Los 'suyos'

Correa: el empresario que lo era todo en el PP. “Cuando estás tan cerca del presidente del Gobierno-Aznar-el poder te viene casi dado. Era la persona a la cual, decidió dar la organización de todos los mitines del PP a nivel nacional. Esto te abre ya muchas puertas... Luego vino la boda de la hija del presidente, la despedida de soltero del yerno Agag...”, cuenta Peñas. Una amistad fraguada en cenas con los Aznar-Botella, de la que aún quedan flecos sueltos.

Aznar: “Cuanto menos, tendría que haber ido a declarar como testigo. En el sumario aparecen muchos amigos del expresidente, en concreto Antonio Cámara”.

Cámara, exsecretario de Aznar, fue 'recolocado' por Correa cuando el presidente dejó Moncloa. “Aznar le pide el favor de que le contrate. Es uno de los implicados de las black”, añade Peñas.

Aguirre: “Si hay un animal político en este país, es ella. Es conocedora de todos los intríngulis de los juzgados, de la policía. Un mes antes de que imputen a su delfin Ignacio González por la Púnica, qué casualidad, da un paso atrás. Claro que tiene información. No quiere estar en primera línea de fuego, porque hasta ahora ha podido esquivarlo”.

De Aguirre dice que fue consentidora. “No digo que sea corrupta”, aclara. “Empezó su mandato con el Tamayazo y, a partir de ahí, no ha tenido poder moral para oponerse".

Ignacio González: Del también expresidente del Gobierno madrileño dice Peñas que le dio instrucciones para un pliego de condiciones sobre la venta de unas parcelas en Majadahonda. "Habló con Arganda y al parecer de Arganda sale un ático y tendrá que defenderse en los tribunales y sobre todo pagándoselo él".

Cifuentes: la presidenta de la Comunidad de Madrid es una de las que discurren por el libro. Recuerda Peñas cómo le pidió explícitamente que “no hiciera ruido”, “que me metiera en la nevera”. “Era una más de la pandilla de Génova intentando no sacar los trapos sucios”, reitera el ahora jefe de ordenanzas del Centro Cultural de Aravaca.

Era abril de 2005. Peñas había sido llamado por el presidente del Comité de Derechos y Garantías del PP a una reunión. En la primera planta de la sede de Génova estaba Cifuentes. La presidenta le advirtió clara: “para los apestados, hace mucho frío fuera del PP”.

“En Génova todo el mundo es una secta, el que tiene la intención de denunciar es tratado como un esclavo del siglo XVIII. Todos trataron de que nos metiéramos en la nevera. Me alegro de que ahora Cifuentes haya cambiado el discurso, que sea abierto y cercano, pero no me lo creo. Tiene aún que demostrar muchas cosas de esa caverna”.

Rajoy: “Él es el presidente del PP y el que tiene la responsabilidad política de lo que pasa en su partido. Eso no quiere dedir que haya realizado ningún ilícito, pero en 2009 le preguntan si conocía a Correa responde que es “probable” y después, preguntado por si fue él quien decidió echarle de Génova, dijo que si, que lo hizo cuando el tesorero del PP, Álvaro Lapuerta, le informó de irregularidades. Aquello fue en 2004”.

“Esto quiere decir que era conocedor absoluto de lo que estaba ocurriendo. Tiene muchísima responsabilidad política en el caso Gürtel. Y por eso no tiene el poder moral de decirle a Rita Barberá que se vaya”.

Bárcenas: “Sólo digo una cosa, 27 millones en Suiza. Tendrá que explicarlo. Puede llegar a caer bien, pero no deja de ser lo que es: el tesorero que ha recaudado toda la financiación ilegítima del PP”.

La primera pista sobre ese dinero, estaba en las grabaciones de Peñas. En ellas, Correa asegura haber dado 1.000 millones de pesetas al tesorero. Con Bárcenas, recuerda, hablaba de deportes, de alpinismo. Celebraban juntos las victorias electorales. Nunca tuvieron una relación de amistad, tampoco nunca le habló de sobres, ni de dinero en Suiza.¿De qué habló Correa con Ciudadanos?

Seguramente uno de los pasajes que más dará que hablar del libro es el que cuenta cómo Correa se reunió con miembros de Ciudadanos, entonces 'Ciutadans'.

La información le fue confirmada a Peñas por el propio empresario. La cita fue en Madrid. “Aparecen como tal. Están en las grabaciones. Correa lo comenta en un momento dado, dejo la anécdota como posible vía de investigación. Lo que nos dice es que ellos tenían algún problema con la financiación del partido. Nosotros, por entonces, teníamos una idea de hacer una asociación de partidos independientes municipales”. Es, dice Peñas, un ejemplo del poder de Correa para relacionarse con todo el mundo en este país...

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