La "sharia" cumple 10 años de azotes y latigazos en Aceh (Indonesia)

  • La "sharia" o ley islámica ha cumplido diez años en la conservadora provincia indonesia de Aceh, un aniversario de insatisfacciones contrapuestas, entre las quejas por abusos lanzadas desde las organizaciones pro derechos humanos y la petición de los ulemas musulmanes para endurecer su aplicación.

Paula Regueira Leal

Yakarta, 10 dic.- La "sharia" o ley islámica ha cumplido diez años en la conservadora provincia indonesia de Aceh, un aniversario de insatisfacciones contrapuestas, entre las quejas por abusos lanzadas desde las organizaciones pro derechos humanos y la petición de los ulemas musulmanes para endurecer su aplicación.

Con ocasión del Día Internacional de los Derechos Humanos que se celebra hoy, Hendra Fadli, representante de la Comisión para los Desaparecidos y las Víctimas de la Violencia en Aceh (Kontras), asegura a Efe que "es necesario revisar la regulación de la 'sharia' para frenar los abusos y torturas" que sufren los habitantes de esta provincia, la única de Indonesia en la que rige la ley coránica.

Cientos de personas son sentenciadas cada año por los tribunales islámicos a castigos físicos, como azotes o latigazos, por infracciones morales.

Los casos más frecuentes son los contactos inapropiados entre hombres y mujeres fuera del matrimonio, ofensas que van desde que sentarse juntos en un banco a acariciarse.

Eso les sucedió a los jóvenes indonesios Kiki Hanafilia, de 17 años, y Anis Saputra, de 24, que fueron condenados a recibir ocho latigazos en público ante la mezquita de la localidad de Jantho por haberse besado sin estar bajo el paraguas del matrimonio.

Parecida suerte corrió Rukiah binti Abdulah, una mujer azotada por vender comida durante el mes sagrado de ayuno del Ramadán.

Fadli advierte que lo "peor" ocurre al margen de la ley, cuando los vecinos llevan a cabo juicios populares que a menudo desembocan en maltrato y humillaciones públicas a personas sospechosas de haber violado alguna ley moral.

"El eslabón más débil es la mujer, porque muchas de las regulaciones de la 'sharia' están concebidas para controlar y restringir su libertad", opina el activista.

La ley coránica en Aceh prohíbe a las mujeres cantar o bailar, las obliga a ocultar el pelo bajo un velo y vestirse con ropas holgadas y que les tapen hasta las extremidades, les impone toque de queda nocturno e incluso establece la forma en la que deben relacionarse con los hombres.

La asociación Human Rights Watch (HRW) se declara "neutral" en lo que se refiere a la ley propiamente dicha, pero denuncia que las restricciones de asociación y vestimenta deniegan la libertad individual y se utilizan de forma abusiva en contra de las declaraciones de los derechos humanos suscritas por Indonesia.

En su informe "Patrullando la moralidad: Abusos en la aplicación de la sharia en Aceh", HWR recalca que "estas leyes se aplican de forma selectiva ya que casi nunca involucran a personas acaudaladas y con conexiones políticas".

En cambio, los sectores islámicos más ortodoxos lamentan la falta de normas más severas como la amputación de manos por hurto, corrupción y malversación.

"La situación es la misma ahora que hace diez años" porque la 'sharia' "se ha limitado a gestionar asuntos triviales como el consumo del alcohol, la vestimenta o las apuestas", afirma Teungku Faisal, líder en Aceh de Nahdlatul Ulama, la mayor organización musulmana de Indonesia con unos 40 millones de seguidores.

Faisal sostiene que el fracaso de la ley islámica en la sociedad se debe a que "las normas no son lo suficientemente estrictas por falta de voluntad política".

La provincia aprobó la lapidación para los adúlteros en 2009, una medida que el gobernador se ha negado a sancionar tras la avalancha de críticas, pero que los ulemas todavía exigen.

Situada en el oeste de Indonesia, Aceh fue hasta principios del siglo XX un sultanato musulmán inhóspito para los invasores foráneos.

Tras la proclamación de la independencia de Indonesia, en 1945, Aceh pensó que después le llegaría su turno y al no producirse estalló un conflicto armado entre el movimiento separatista y el Ejecutivo de Yakarta que duró más de 30 años.

El Gobierno indonesio ofreció hace una década la imposición'sharia' en Aceh en un intento por apaciguar ese antiguo sultanato, una decisión que ningún alto cargo se atreve a cuestionar por la importancia que el islam ostenta en Indonesia, donde más del 85 por ciento de la población es musulmana.

Kondras, fundado en 1998 en respuesta a las torturas y desapariciones durante el régimen del general Suharto, trabaja desde entonces para defender los derechos humanos en Indonesia y ahora denuncia los abusos como los castigos corporales y la discriminación de la mujer por la "sharia" en Aceh.

Mostrar comentarios