Puigdemont quiere interdependencia, no independencia, ¿qué significa?

Carles Puigdemont ya no apuesta por una independencia de Cataluña. En su última entrevista en Euronews, el presidente de la Generalitat de Cataluña ha afirmado que lo que quiere es "hacer una declaración de interdependencia" porque hay que aceptar, en su opinión, que en este siglo las relaciones entre los Estados deben basarse en la cooperación.

Los términos son similares, pero implican una gran diferencia. Según la Real Academia Española de la Lengua (RAE), la independencia aplicada a la política significa: "Libertad, especialmente la de un Estado que no es tributario ni depende de otro".

Es decir, la independencia de Cataluña supondría la decisión unilateral de separarse de España para constituir un Estado propio, al margen también de la Unión Europea. Cataluña, en efecto, tendría que superar todos los trámites necesarios para ingresar en las instituciones comunitarias, con los problemas burocráticos y de tiempo que eso conllevaría.

Es lógico, por tanto, que ahora Puigdemont ya no hable de independencia absoluta. Eso supondría el aislamiento de Cataluña del escenario europeo y, por tanto, global.

La "interdependencia" de la que habla el presidente de la Generalitat es otra cosa. La RAE recoge que se trata de una "dependencia recíproca". ¿Qué significa eso? La interdependencia implica relaciones con otros, pertenencia a un grupo y conexión con otros actores.

En resumidas palabras lo que pretende Puigdemont es que la Unión Europea trate a una hipotética Cataluña independiente de tú a tú. Que no haya aislamiento total, en definitiva. Lo que busca, en definitiva, es la cohabitación en el marco comunitario con el resto de los Estados.¿Qué relación con España quiere una Cataluña independiente?

¿Y con España? ¿Qué relación defiende la Generalitat en un hipotética independencia de Cataluña? Puigdemont ha hablado en alguna ocasión del ejemplo entre España y Portugal, la llamada cohabitación ibérica. Es decir, quieren ayuda y colaboración mutua.

"Rajoy ha hecho un reconocimiento explícito de cómo dos Estados independientes pueden colaborar al máximo", afirmó Puigdemont con motivo de una cumbre hispano-lusa en septiembre. "Para mí, puso en relieve como pueden ser las relaciones entre una futura Cataluña independiente y el Estado español".

En relación al pago de las pensiones, el que fuera conseller de Economia i Coneixement, Andreu Mas-Colell, dijo en 2015 que España tendría la obligación de pagar las pensiones a los catalanes que hayan cotizado aunque Cataluña se independice. Su argumento se basó en que los catalanes habían cotizado durante décadas en el sistema español y, por tanto, tendrían derecho a cobrar esas prestaciones. Habló incluso de una "obligación legal" que se podría reclamar ante los tribunales internacionales. Junqueras, por su parte, ha afirmado que las pensiones en una Cataluña independiente no correrían peligro porque el Govern impulsaría la natalidad para garantizar su futuro.

En materia de financiación autonómica hay que recordar que Cataluña acaparó un tercio del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) en el primer semestre de 2016. Evidentemente, un Estado independiente acabaría con esta partida del Estado español. La Generalitat también quiere que el cobro y pago de impuestos se realice a través de una Agencia Tributaria Catalana, ya creada pero a la que muy pocos acude.

En una hipotética república independiente los ciudadanos catalanes podrán seguir siendo españoles. Así se recoge en un díptico repartido por la ANC. "Ser y sentirse español es compatible con desear la soberanía política de Cataluña. Se puede llegar a ser español en Brasil, Japón o en Cataluña, y se puede ser argentino, camerunés, español o italiano en Cataluña", se podía leer en ese documento. "En la República catalana se podrá mantener la nacionalidad española, la catalana o ambas", añadían. 

El FC Barcelona, además, podría seguir jugando la Liga Española aunque Cataluña se independizara del resto del país. Así lo ha reconocido el presidente del FC Barcelona, Josep María Bartomeu, que mostró su apoyo "a las acciones a favor del derecho a decidir". El club catalán apuesta por una relación similar a la que tiene el AC Mónaco, que juega la Liga francesa.La guinda a esta relación de "interdependencia" de Cataluña con España la ha puesto Junqueras, que ha afirmado en alguna ocasión que lo que busca es huir de "confrontaciones estériles" y tener una "relación entre iguales" con el Gobierno nacional.Lo que propugnan desde la Generalitat es, en definitiva, una independencia a la carta, más que una interdependencia. Ni contigo, pero tampoco sin ti.Reunión futura

En la entrevista con Euronews, Puidemont también ha argumentado que el objetivo de su visita a Bruselas no era que le recibieran los representantes de la UE, pero ha añadido: "Ya llegará el momento de pedir una reunión y desde luego espero, como ha sido el caso con otros líderes de regiones europeas, que me reciban las máximas autoridades y podamos hablar libre y abiertamente de Cataluña".Según Puigdemont, cuando se modificó el Estatut se hizo dentro del marco constitucional con el compromiso de permanecer y tener una mejor relación con España, pero "la repuesta siempre ha sido la misma, ha dicho que no"."Pero si dice que quiere hablar, estamos dispuestos a escuchar", ha insistido Puigdemont al preguntarle si estaría dispuesto a encontrar una fórmula, dentro de un nuevo marco constitucional reformado, de cohabitación con el resto del Estado.Sobre si el referéndum puede asustar a Europa, ha asegurado que la primera vez que la palabra referéndum se asocia con algo que no está de acuerdo con los gobiernos es "cuando la ciudadanía se expresa de forma contraria a los intereses de los Estados".