Partido del expresidente golpista de Madagascar gana elecciones legislativas

Antananarivo, 6 feb.- La plataforma MAPAR, integrada por simpatizantes del expresidente golpista de Madagascar, Andry Rajoelina, ha sido el partido más votado en las elecciones legislativas del pasado diciembre, informaron hoy las autoridades.

La Corte Electoral Especial (CES) difundió hoy los resultados electorales definitivos de los comicios, celebrados el pasado 20 de diciembre, coincidiendo con la segunda ronda de las elecciones presidenciales que dieron el triunfo a Hery Rajaonarimampianina, exministro de Finanzas del propio Rajoelina.

MAPAR ha obtenido 49 de los 151 escaños de la Asamblea Nacional, porcentaje superior al resto de fuerzas, de modo que la formación podrá proponer al primer ministro del país, cargo que podría ocupar el expresidente Rajoelina.

El exmandatario dirigió un Gobierno de transición tras el golpe de Estado que, con el apoyo del Ejército, derrocó a Marc Ravalomanana en 2009.

Rajaonarimampianina concurrió a las presidenciales respaldado por el propio Rajoelina, pero como líder del partido "Hery vaovao ho an'i Madagasikara" (Fuerza Nueva por Madagascar), que apenas ha obtenido representación parlamentaria.

El Parlamento puede presentar una moción de censura para destituir al presidente, quien, no obstante, puede disolver la Cámara si existen tensiones con el Ejecutivo, algo que según los analistas podría ocurrir si Rajoelina es designado primer ministro.

Por su parte, el Movimiento Ravalomanana, adversario político de MAPAR y partidario del último presidente democrático del país antes de los comicios de diciembre, ha obtenido 20 escaños, mientras que los candidatos independientes contarán con más de 70 diputados.

El nuevo Parlamento celebrará su primera sesión el próximo 18 de febrero, fecha en que será designado el primer ministro.

Madagascar debe completar la transición política que sucedió al golpe de Estado que derrocó a Ravalomanana y dio el poder a Rajoelina, un antiguo pinchadiscos reconvertido en político.

La democracia debe posibilitar también la recuperación económica y social del país, sumido en una grave crisis desde la acción golpista y sometido al ostracismo internacional durante casi cinco años.