Croacia en la incertidumbre tras eleciones sin vencedor claro en legislativas

Las elecciones legislativas croatas del domingo no dieron a un vencedor claro, dejando al país en la incertidumbre luego de meses de parálisis, polémicas y tensiones con Serbia bajo el anterior poder conservador, acusado de deriva nacionalista.

Los conservadores y la oposición socialdemócrata parecían estar casi empatados al concluir los comicios, un resultado que anuncia largas negociaciones para lograr una coalición de gobierno, según sondeos a pie de urna.

Los social-demócratas del SDP de Zoran Milanovic, de 49 años, obtendrían 58 de los 151 diputados, frente a 57 para los conservadores del HDZ, según estas encuestas, difundidas por la televisión croata Nova.

A estos comicios, el HDZ acudió a las urnas con un líder más moderado, Andrej Plenkovic, de 46 años, que prometió alejar al partido del populismo y del extremismo, y estaría en mejores condiciones para constituir una coalición si logra el apoyo de los 11 escaños obtenidos por el partido Most, según las encuestas.

El partido Most (que significa 'puente' en croata), que participó en la coalición en el poder liderada por el HDZ, volvería a estar en posibilidades de definir las futuras negociaciones para formar un gobierno.

Los resultados podrían prolongar la incertidumbre política en el país después de que en junio cayera el gobierno de derecha tras menos de un año en el poder.

Los cerca de 3,8 millones de electores llamados a las urnas empezaron a votar a las 07H00 locales (05H00 GMT) para elegir a los diputados en los 7.000 colegios electorales habilitados en este país de 4,2 millones de habitantes y miembro de la Unión Europea (UE) desde 2013.

Podrían pasar varios días antes de conocer al nuevo primer ministro, un puesto al que aspiran el conservador Andrej Plenkovic (HDZ) y el socialdemócrata Zoran Milanovic (SDP).

Tras cuatro años de gobierno socialdemócrata, los conservadores del HDZ retomaron brevemente el poder en enero.

Pero en junio, la frágil coalición cayó como consecuencia de un escándalo político-financiero y por las constantes polémicas provocadas.

Durante cinco meses se instaló en Croacia un clima de intolerancia, con ataques a la prensa y a las minorías, con el apoyo implícito de la coalición en el poder.

Además de generar preocupación a nivel europeo, el giro a la derecha llevó a sus desmejoradas relaciones con Serbia a su nivel más bajo desde la guerra de independencia en los años 1990.

En meses recientes las dos ex repúblicas yugoslavas cruzaron acusaciones sobre la guerra. Belgrado acusó a Zagreb de "revivir el nazismo".

Menos de una semana antes de la votación, Serbia sentenció a tres años de prisión a un supuesto espía croata.

Milanovic agudizó en la campaña su retórica populista tras decepcionar a los electores con la falta de reformas cuando estuvo en el poder.

En una reunión con veteranos del conflicto de los años 1990, según una grabación filtrada a la prensa, calificó a los serbios de ser "una banda de gente miserable", y criticó ferozmente al primer ministro serbio Aleksandar Vucic por su posición ultranacionalista durante la guerra.

Casi un año de bloqueo político ha impedido las necesarias reformas que necesita Croacia, que en 2015 salió de seis años de recesión.

Por su parte, la actividad económica, que reposa en gran parte en el turismo de la costa dálmata, es una de las más frágiles de la Unión Europea.

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