Alassane Ouattara, del FMI al campo de batalla en Costa de Marfil

  • La comunidad internacional le reconoce como el presidente legítimo de este país africano desde las elecciones de noviembre de 2010. Pero ante la negativa de su adversario a abandonar el poder, este reconocido economista alienta ahora al Ejército para que se ponga de su lado.

Ouattara reclama la intervención militar y no teme provocar una guerra civil
Ouattara reclama la intervención militar y no teme provocar una guerra civil

Descendiente de un antiguo emperador africano, éste economista formado en Estados Unidos trabajó durante un cuarto de siglo en dos de los organismos monetarios más influyentes del mundo. Ahora no ha visto otra salida que las armas para poder ocupar el cargo que le corresponde: la presidencia de Costa de Marfil.

"A pesar de haber pedido un traspaso pacífico del poder, la única respuesta ha sido la violencia", decía Alassane Ouattara cuando las tropas que se han pasado a su bando ya entraban en la capital política del país, Abiyán. Pide la rendición de Laurent Gbagbo, a quien acusa de emplear mercenarios para asegurarse la permanencia en el poder después de perder las elecciones de 2010 que Gbagbo tilda de amañadas.

La página web oficial del presidente electo de Costa de Marfil ofrece todo un repertorio de información sobre su vida: desde su currículum profesional hasta sus "pasiones", desde el árbol genealógico hasta detalles sobre su esposa. Y es que lleva doce años al frente del partido centrista llamado Reagrupamiento de los Republicanos (RDR) en un país que aún no se ha recuperado de una guerra civil para meterse en otra.

Como si la lucha de su antepasado -el emperador Sekou Ouattara, que fundó el Imperio Kong en el siglo XVI- le llamara, este economista de 69 años está luchando por lo que considera justo. Y no solo él lo ve así: incluso el Consejo de Seguridad de la ONU ha dictado -por unanimidad- una resolución a su favor instando a Gbagbo a abandonar el poder por la vía pacífica.

Doctorado en Económicas por la Universidad de Philadelphia (EEUU), empezó pronto a trabajar en el Fondo Monetario Internacional. Alassane Dramane Ouattara, apodado 'Ado', había realizado sus estudios universitarios en Estados Unidos gracias a una beca.

Entre las partidas de ping-pong con sus amigos y viajes por medio mundo por cuestiones de trabajo, acabó convirtiéndose en el subdirector gerente del FMI en 1994, el número dos de Michel Camdessus. Era el primer africano en llegar a un puesto tan destacado en este organismo, según el Centro de Estudios y Documentación Internacional de Barcelona.

Pero antes fue primer ministro de Costa de Marfil, entre 1990 y 1993. Sin embargo, lo realmente importante de este dato, es que hasta entonces y desde la independencia de Costa de Marfil en 1960 no había existido dicho cargo.

Era un país con un régimen autoritario dirigido por el "sabio de África", Félix Houphouet-Boigny, que a pesar de todo dio un importante impulso al país y da nombre a un premio de la paz de la UNESCO. La estrecha colaboración de Ouattara con Houphouet-Boigny duró solo hasta que el segundo murió y el primero decidió volver a sus orígenes: el FMI.

Ouattara ha pasado 25 años de su vida alternando primero estudios y luego trabajo fuera de casa: desde Washington a París pasando por Dakar. Además de sus distintas funciones en el Fondo Monetario Internacional, también ejerció de Gobernador del Banco Central de Estados Africanos del Oeste.

Tiene cuatro hijos y está casado con una empresaria de éxito que ostenta un premio internacional como una de las 40 mejores emprendedoras del mundo en el año 2000 y fundadora de la ONG Children for Africa.

Ahora Ado ha prometido poner en marcha desde ya un programa de ayuda de emergencia con unos fondos de 45.000 millones de francos CFA (unos 68,7 millones de euros). Sus prioridades, asegura, son mejorar el acceso al agua potable, la sanidad, la educación, la electricidad y salubridad.

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