Albert Rivera cumple 33 años con el deseo de que Ciutadans sea "un referente"

  • Alcanzado casi el ecuador de la campaña catalana, esta séptima jornada no será una más para el candidato de Ciutadans a la Generalitat, Albert Rivera, quien cumple hoy 33 años inmerso en plena vorágine electoral y con el deseo de que su partido salga convertido en "un referente en la próxima legislatura".

Àlex Cubero

Barcelona, 15 nov.- Alcanzado casi el ecuador de la campaña catalana, esta séptima jornada no será una más para el candidato de Ciutadans a la Generalitat, Albert Rivera, quien cumple hoy 33 años inmerso en plena vorágine electoral y con el deseo de que su partido salga convertido en "un referente en la próxima legislatura".

Quizá su DNI y su rostro de eterno adolescente le sigan delatando como el más joven de los candidatos, pero algo ha cambiado en Rivera desde las últimas autonómicas. No sólo por el hecho de haber sido padre en este tiempo, sino su convicción de que esta ocasión puede ser clave para impulsar el proyecto que inició hace seis años.

Por eso no se permite respiro alguno en sus terceros comicios a la Generalitat, ni siquiera para festejarlo a lo grande. La agenda le lleva hoy a Sitges (Barcelona), pero será por la tarde, en un acto en Sabadell, donde le espera una 'sorpresa' de sus compañeros de partido.

Seguramente reciba también una avalancha de felicitaciones a través de las redes sociales, que él mismo, adicto irremediable al 2.0 y especialmente a Twitter, se encarga siempre de responder.

Pero al llegar la noche será cuando por fin podrá celebrarlo junto a los suyos en una cena familiar. En su casa le aguardarán su pareja, Mariona, y su hija Daniela, de casi dos años. También sus padres, Agustín y Maria Jesús, y sus suegros.

"Si tuviera que pedir un deseo, sería que Ciutadans sea un referente en la próxima legislatura", confiesa a Efe Albert Rivera, quien, puesto a pedir, va más allá: "Y que sea una legislatura próspera y sin crispación".

Hoy, además, es también su santo (San Alberto Magno). Y aunque ya alcance la conocida como 'edad de Cristo' y lo haga justo en un séptimo día de campaña donde no descansará, Rivera no se siente un mesías, ese reproche que últimamente lanza al presidente catalán y candidato de CiU, Artur Mas.

"¡Esa es buena! -dice entre risas Rivera-. Pero no es mi caso, no. Sólo deseo que seamos capaces de llegar a acuerdos". De momento, Rivera apagará las velas con ese deseo, a la espera de que el viento siga soplando a favor en la última y decisiva semana de campaña.

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