El último debate demócrata al estilo republicano, Clinton contra Sanders

    • La clara ventaja de la que ha disfrutado durante toda la campaña Hillary Clinton va en declieve en el peor momento, a falta de pocos días para el primer caucus.
    • El debate sobre la posesión de armas y la salud, las armas con las que la que fuera mujer del presidente carga contra su renacido rival, Bernie Sanders.
Hillary Clinton y Bernie Sanders en uno de los debates demócratas
Hillary Clinton y Bernie Sanders en uno de los debates demócratas

Escasos días para la primera toma de contacto con los votantes. El próximo 1 de febrero tendrá lugar el primer caucus, el de Iowa, y todos quieren ganar. Conseguir el primer estado da tranquilidad y un liderazgo reafirmado, nada de encuestas ni de sondeos, sino pura realidad. Hillary Clinton había gozado de ese supuesto liderato según todas las opiniones hasta hace escasas semanas cuando la sombra del socialista Bernie Sanders empezó a cubrirle hasta el punto de que muchas encuestas le colocaban como ganador en el primer estado en votar. Por todo esto, Clinton ya no es la dulce y calmada mujer que hemos visto hasta ahora en los debates.

La ex secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el senador Bernie Sanders protagonizaron este domingo un extenso pugilato verbal en el cuarto debate entre los aspirantes por el Partido Demócrata para las elecciones presidenciales de este año en Estados Unidos.Un debate mucho más duro

El Partido Demócrata ha llegado hasta la recta final con debates muy serenos, muy calmados y con las acusaciones justas entre los diferentes candidatos. El liderazgo de Clinton parecia tan claro que hacia creer que hasta sus propios candidatos habían dado por perdída la partida. Sin embargo, los resultados en los últimos sondeos que daban como vencedor en dos estados clave, los dos primeros, a Sanders ha hecho que el cuarto debate demócrata nada tenga que envidiar a los agitados encuentros republicanos.

Clinton y Sanders, junto al ex gobernador de Maryland Martin O'Malley, protagonizaron un debate fundamental para sus aspiraciones.Ante la necesidad de demarcar posiciones, Clinton y Sanders exhibieron divergencias en prácticamente todos los temas, desde la política sobre posesión de armas hasta los impuestos, pero que tuvo el momento más crítico en la visión de cada aspirante sobre el servicio de salud pública.El principal punto de discordia, la salud y Obama

Tenían que distanciarse, no podían ganar los dos si opinaban lo mismo, eso lo tenían claro los dos leones de la manada. Por eso Clinton y Sanders estuvieron mucho más en desacuerdo quie nunca.En el centro de la discusión se encuentra una idea que parecía esencial a los Demócratas: el diseño de un sistema de seguro médico público y universal, que ponga a un costado los poderosos seguros privados.

Apenas dos horas antes del inicio del debate, el comité de Sanders divulgó un nuevo y completo programa de reforma del sistema público de salud, y por lo tanto sus aspectos centrales no pudieron ser discutidos en detalle.

"Desmontar todo lo que hicimos (con la aprobación del Obamacare) y empezar de nuevo... Creo que esa es la dirección equivocada", disparó Clinton. En respuesta, Sanders opinó que "la atención médica debería ser un derecho de cada hombre, mujer o niño.¿Porqué nosotros gastamos tres veces más que los británicos, que tienen un sistema universal, y nosotros tenemos 29 millones de personas sin seguro médico?".Clinton sigue favorita

Las últimas encuestas siguen colocando a la exsecretaria de Estado como la demócrata favorita, y no sólo eso, sino que también como la próxima presidenta de los Estados Unidos ya que, incluso ganaría al magnate republicano, Donald Trump. No obstante, los círculos cercanos a Clinton no cantan victoria, todavía tienen muy presente lo ocurrido en 2008. La campaña sopló a favor de Hillary Clinton en todo momento pero las urnas no mostraron lo mismo,perdió en Iowa ante el entonces poco conocido senador Barack Obama.

"Yo nunca recibí dinero por hacer un discurso ante Goldman Sachs", le espetó Sanders a Clinton. Esos bancos, dijo Sanders, tienen demasiado poder económico y deben ser atacados frontalmente.

Además, el partido demócrata es quien lidera las encuestas para presidir los próximos años en Estados Unidos. Según los últimos sondeos publicados por el portar 'Real Clear Politics', tanto Clinton como Sanders, los dos candidatos demócratas con más fuerza, serían capaces de ganar a Donald Trump.La historia podría repetirse

Clinton no olvida que un desconocido Obama se le 'coló' sin apenas darse cuenta en las elecciones de 2008 y no quiere que le pase lo mismo con Sanders. Ha llegado discreto pero podría quitarle los dos primeros estados.La aspereza en las acusaciones cruzadas entre los dos principales aspirantes presidenciales del campo Demócrata se explican por las tendencias entre los afiliados al partido a apenas dos semanas del inicio de las primarias.

La estrategia de Clinton fue mostrarse como la candidata capaz de unificar al país, y por ello se esforzó en recordar las veces en que, como senadora, buscó acuerdos con dirigentes de la oposición Republicana.

Sin embargo,Clinton tuvo por delante a un Sanders en excelente forma: el senador utilizó datos concretos y hasta la ironía para sus demoledores ataques a Clinton durante todo el debate. Sanders, que considera a los mayores bancos del país los responsables por "corromper" la política, recordó a Clinton que ella misma recibió más de medio millón de dólares por conferencias a los directivos de una de esas gigantes entidades bancarias.

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