Las ideas de la teología de la liberación y del 15M saltan a la política

    • Uno de los referentes intelectuales del 15M y una monja crítica con la jerarquía eclesiástica han dado un paso adelante
    • El economista Arcadi Olivere y la religiosa Teresa Forcades se han propuesto trasladar sus ideas a la política catalana
lainformacion.com

(Agencia EFE) | Uno de los referentes intelectuales del 15M, el economista Arcadi Oliveres, y una monja inquieta y crítica con farmacéuticas y la jerarquía eclesiástica, Teresa Forcades, han dado un paso adelante y se han propuesto trasladar las ideas de la teología de la liberación y del 15M a la política catalana.

Oliveres, que preside la ONG católica Justicia i Pau, y la monja benedictina, que también es teóloga y doctora en medicina, han lanzado esta semana un manifiesto para impulsar una plataforma que recoja el malestar social y ciudadano de Cataluña en una candidatura que se presente a las próximas elecciones.

En poco más de 24 horas, las adhesiones al manifiesto y la plataforma han crecido exponencialmente en las redes sociales, donde han aplaudido explícitamente la iniciativa personajes como el sociólogo y politólogo Vicenç Navarro, la periodista experta en movimiento sociales Esther Vivas y el diputado autonómico de las CUP Quim Arrufat, entre otros.

Aunque la idea haya partido de dos personas vinculadas a la Iglesia católica, sus postulados están lejos de ser los que defiende oficialmente esta religión y se aproximan mucho más a la denominada teología de la liberación que tanto ha contribuido a mejorar la situación en muchos países latinoamericanos, donde se imponen los gobiernos que apuestan por la economía del "bien común".

De fructificar la candidatura política que proponen Oliveres y Forcades, en la que ya han anunciado que ellos no irán, la izquierda catalana se enfrentaría al reto de integrarse en ella o competir en las urnas.

Muchos de los postulados que defiende el manifiesto inicial de la plataforma de Forcades y Oliveres son los mismos que se han visto reflejados en las plazas de toda España a través del movimiento de indignados 15M y otros son los mismos por los que han luchado muchos misioneros en América Latina, como el obispo catalán Pere Casaldáliga.

La nueva plataforma propone, entre otras cosas, expropiar la banca privada y defender una banca pública y ética para frenar la especulación financiera, una fiscalidad justa, una auditoría de la deuda y el impago de la deuda ilegítima.

En sus postulados de izquierda tradicional reivindican salarios y pensiones dignas, no a los despidos, reducción de la jornada laboral y reparto de todos los trabajos, incluido el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado.

También pretende una Democracia más participativa, con una reforma electoral, el control de los cargos electos, la "eliminación de los privilegios de los políticos y una lucha decidida contra la corrupción".

En sintonía con el popular y masivo movimiento de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), el programa que impulsan Forcades y Oliveres reivindica " una vivienda digna para todos, moratoria de los desahucios y dación en pago retroactiva".

Revisar todos los recortes y potenciar el sector público bajo control social y sin privatizaciones, luchar contra la violencia de género y una reconversión ecológica de la economía, son otras de sus propuestas.

Tal y como están haciendo algunos gobiernos sudamericanos, la incipiente plataforma electoral propugna la expropiación y socialización de las empresas energéticas y la soberanía alimentaria.

Derogar la legislación de extranjería, tal y como piden muchas asociaciones religiosas de atención a los emigrantes, y medios de comunicación públicos bajo control democrático, son también propuestas que recoge la plataforma, que también quiere software y red libre y desmercantilización de la cultura.

En resumen, es una adaptación de la teología de la liberación en Cataluña y una recopilación de muchas de las ideas trabajadas por los movimientos que han nacido de las entrañas del 15M, ahora que se cumplen dos años del nacimiento de este fenómeno de indignación popular.

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