Alberto Moreno, ADN sevillista al servicio del Liverpool

"Quiero al Sevilla, pero lo quiero sólo en la final, no antes": Alberto Moreno, defensa del Liverpool, tendrá el miércoles en Basilea su final soñada en la Europa League ante el club en el que se formó y que le catapultó al fútbol de élite.

Moreno sabe ya lo que es ganar la Europa League, ya que la conquistó en 2014 en el Juventus Stadium de Turín, superando entonces al Benfica en la tanda de penales. Él lucía entonces la camiseta del Sevilla y fue su último gran partido con el equipo andaluz, ya que dos meses después ponía rumbo a Anfield previo pago de 18 millones de euros.

"Será un partido con doble sentimiento. Lo que recibí allí se lleva dentro. Ahora estoy dividido, pero pertenezco al Liverpool y voy a ir a muerte a ganar la final", declaró a la radio española Cope poco después de que se conociera la identidad de los contendientes de la final de Basilea.

"Va a ser extraño porque han sido muchos años allí y se lleva dentro, pero no puedo desear suerte al Sevilla porque sería mentir. Voy a ir a muerte", admitió.

El pedigrí futbolístico de Moreno es 100% del equipo de Nervión, en el que empezó a dar patadas al balón siendo un niño.

Fue escalando en las categorías inferiores del equipo y en la campaña 2011-2012 jugaba con el filial de la tercera categoría española. Debutó con el primer equipo en abril de 2012, en el estadio de San Mamés de Bilbao, donde jugó unos minutos al entrar en sustitución de Manu del Moral. El Sevilla perdió aquel día por 1-0 ante el Athletic.

El año 2013 fue el de su eclosión definitiva: pasó al primer equipo, fue haciéndose con un puesto como titular y en octubre renovó hasta 2018 y consiguió su primer gol como profesional. Todo ello sin contar el título en la Eurocopa Sub-21 que consiguió con sus compañeros de la selección española de la categoría, siendo además elegido integrante del once ideal del torneo.

"El mérito es suyo, primero, y luego de Unai Emery", dijo entonces el director deportivo del Sevilla, el exarquero Ramón Rodríguez 'Monchi'.

Vicente Del Bosque le llamó en aquel inolvidable octubre de 2013 para la selección absoluta, permitiéndole debutar en un clasificatorio mundialista ante Georgia.

Moreno estuvo en la lista previa de 30 convocados para el Mundial de Brasil-2014, pero finalmente fue uno de los siete descartes.

El pase a Inglaterra fue difícil desde el punto de vista personal, pero su rendimiento fue satisfactorio desde el principio.

En los dos cursos allí ha tenido un papel destacado en el equipo y ha superado los cuarenta partidos disputados por temporada, contando con la confianza de Brendan Rodgers y de su sustituto desde octubre en el banquillo 'red', el alemán Jürgen Klopp.

"El primer año fue difícil por el cambio de ciudad y por el idioma. Pero jugué mucho", recordó a los periodistas durante esta temporada, satisfecho con el salto que dio en su carrera.

¿Volverá al Sevilla alguna vez? Ese era su deseo en la conferencia de prensa de despedida que protagonizó en el Sánchez Pizjuán en agosto de 2014, en la que no pudo evitar emocionarse.

"El Sevilla es el que me lo ha dado todo, me ha ayudado a crecer como persona y como futbolista. Esto no es un adiós, es un hasta luego y espero volver en algún momento al Sevilla, ya que esta siempre será mi casa", dijo entonces, con la voz quebrada.

En aquel acto el club acompañó a su exfutbolista con un trofeo: el de la Europa League que Moreno había levantado con sus compañeros en Turín.

El mismo trofeo que ahora el defensa que escandalizó incluso a los tabloides británicos al tatuarse un mono con una pistola intentará arrebatar a sus excompañeros.

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