El espejo de la Primera República... ¿puede ser un aviso para hoy?

    • La debilidad del régimen republicano provocó una gran inestabilidad política.
    • En 11 meses se sucedieron al frente de la República cuatro presidentes:Figueras, Pi y Margall, Salmerón y Castelar.
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Una mirada a la historia de España en estos tiempos, y en cualquier otro, siempre puede ser oportuno. En el marco del denominado Sexenio Revolucionario (1868- 1873), y tras la abdicación por falta de apoyo del rey Amadeo de Saboya (1870- 1873), el Congreso y el Senado de España, reunidos en Asamblea General, proclamaron el 11 de febrero de 1873 la Primera República española, menos conocida que la Segunda (1931), pero igualmente interesante.

En realidad, en las Cortes no había mayoría de republicanos, cuyas ideas tenían poco apoyo social, ni de los de arriba ni de los de abajo. La alta burguesía, terratenientes y altos mandos del ejército, no eran desde luego republicanos.

Las pocas gentes de ideas republicanas pertenecían a las clases medias urbanas, mientras los trabajadores se inclinaban más por el incipiente movimiento obrero anarquista. La debilidad del régimen republicano provocó una gran inestabilidad política. En 11 meses se sucedieron al frente de la República cuatro presidentes: Figueras, Pi y Margall, Salmerón y Castelar.Así la describió el Conde de Romanones

La Primera República española, según Alvaro de Figueroa y Torres, el conocido político Conde de Romanones (1863-1950), liberal como Sagasta y Canalejas y presidente del gobierno español en 1912, 1915 y 1918, fue "uno de los periodos más agitados y turbulentos que registra la historia hispana: ni un solo día España respiró tranquila, el erario esquilmado, el Ejército en completa indisciplina, perdido ante el extranjero el prestigio nacional, la anarquía enseñoreándose en gran número de ciudades, ensagrentándolas con crímenes horrendos, la unidad de España conquistada a través de la Historia -tras enormes sacrificios- próxima a perderse por los brotes cantonales".

'Así, con esos tonos negros, pinta el Conde de Romanones el panorama republicano', afirma el historiador Martí Gilabert.

Tan es así, explica el profesor, que en los días de la primera república se acuñó una frase peyorativa para el nuevo régimen que ha hecho fortuna para referirse al caos y el desorden: "aquello parecía una república".

Los gobiernos republicanos de 1873 quisieron poner en marcha una serie de reformas radicales que, según historiadores, se volvieron contra el régimen. Algunas de ellas fueron la agravación del déficit por la supresión del impuesto sobre el consumo ó el proyecto constitucional de una República federal.El cantón de Cartagena, símbolo

Pero lo que realmente sublevó a parte del Ejército fue el movimiento cantonal, instigado por los republicanos federales más extremistas, que proclamaron estados regionales poco más o menos independientes en Valencia, Murcia y lugares de Andalucía. El ejército consiguió cortar las sublevaciones, salvo en el cantón de Cartagena, que se convirtió en símbolo del movimiento, incluyendo ideas anarquistas.

Sin embargo, profesores como Puig Campillo, murciano fallecido en 1960, advierten contra una cierta 'leyenda negra' de los cantones, y refieriéndose al de Cartagena, aseguran que no hubo "atisbos de barbarie".

Hay que recordar que en un primer momento, los federalistas proclamaron en algunas ciudades las Juntas como centros de poder, en lugar de los Ayuntamientos y Diputaciones.

En enero del año siguiente, 1874, el general Pavía encabezó un golpe militar y las Cortes republicanas fueron disueltas. El gobierno del general Serrano suspendió la Constitución de 1873, que ni entró en vigor, y las libertades. Finalmente, la restauración se precipitó con un golpe del general Martínez Campos en diciembre de 1874. El hijo de Isabel II, Alfonso de Borbón, fue proclamado rey de España con el título de Alfonso XII, llamado luego 'el pacificador'.

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