En un acto en Teherán, Jamenei ha destacado la alta participación en los recientes actos con motivo del aniversario de la Revolución Islámica, pero ha advertido de que "las autoridades no deberían considerar la presencia del pueblo" como una señal de respaldo.
"La gente tiene sus quejas y no aprueba la discriminación y la negligencia de ciertos problemas", ha señalado, según informan las agencias de noticias oficiales.
"Los ciudadanos se enfrentan a sus propios problemas, tanto económicos como sociales. No tolerarían la discriminación, el desempleo y la negligencia por parte de las autoridades de sus quejas", ha subrayado el ayatolá.
Rohani espera lograr un segundo mandato y uno de sus principales argumentos en defensa de su gestión es el acuerdo nuclear alcanzado con las grandes potencias en 2015, que ha permitido levantar las sanciones impuestas al país, si bien la economía iraní aún no ha conseguido despegar.
Por otra parte, Jamenei ha rechazado los llamamientos a la reconciliación nacional realizados por el expresidente Mohamed Jatamí, un reformista, quien ha defendido que el país debe unirse frente a la hostilidad mostrada por el nuevo presidente estadounidense, Donald Trump.
"Algunas personas hablan cobre 'reconciliación nacional'. Sin embargo, eso no tiene sentido para mí: el pueblo ya está unido", ha sostenido Jamenei.
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