El joven fue detenido en la frontera entre Alemania y Dinamarca el pasado 19 de noviembre en posesión de más de 17.000 fósforos, un paquete de fuegos artificiales, 17 baterías, seis 'walkie talkies' y dos cuchillos de cocina.
Las autoridades germanas lo acusan de tener planeado "fabricar un artefacto explosivo para hacerlo estallar en Copenhague en una gran concentración de personas".
El sirio ha sido acusado por un delito de preparación de un delito penal grave, si bien ahora será la Segunda Cámara Juvenil del Tribunal Regional de Ravensburgo la que deberá abrir el principal procedimiento.
El acusado había llegado a Alemania en 2015 y vivió en un campamento de refugiados en la región de Biberach, en el mismo estado.
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