'Señor Rodríguez Rubalcaba' y otros momentos que resumen todo un debate

    • Errores, frases desafortunadas y momentos históricos de los debates entre candidatos.

¿Un error puede costar un debate? Los analistas discrepan. Seguramente, pero éste tendría que ser de bulto. Lo cierto es que los cara a cara entre candidatos celebrados hasta ahora han dejado más bien pocos momentos para el recuerdo. Los que son, forman parte ya de esa  'oportuna' hemeroteca de la televisión.


En 2011, el debate fue entre Rajoy y Rubalcaba y el error más sonado, la equivocación del ahora presidente del Gobierno al dirigirse al candidato socialista como“señor Rodríguez Rubalcaba” hasta en dos ocasiones.  No se sabe si el lapsus fue consciente o inconsciente, pero sí le sirvió para remarcar su estrategia de mostrar al socialista como heredero directo del Zapatero de la crisis y el desempleo. “Hace cuatro años estuve con él y usted me lo recuerda porque han hecho exactamente las mismas políticas en estos cuatro años, usted es el señor Rodríguez Zapatero", le dijo Rajoy. Rubalcaba esquivó rápido: “Lo recuerdo, perdió usted aquel debate”.



Rubalcaba trató de desmontar al candidato popular leyéndole su propio programa. “Me lo he leído mejor que usted”, le dijo. Pero lo cierto es que se vio a un candidato nervioso,  con gestos agresivos y que constantemente interrumpía a su adversario. “Pero hombre, déjeme hablar que no le va tan mal el debate”, le espetó con sorna Rajoy.  El 'popular' mantuvo mejor la calma y dio a sus intervenciones un tono presidencialista- “Levantemos todos justos el país con orgullo”, arengó a los españoles- pero cayó en algunos errores difícilmente justificables: colar dos municipios sevillanos en la lista de poblaciones de la Sierra de Cádiz que él se pasea. En concreto, Cazalla y Constantina. El presidente del Gobierno dependió en exceso de sis apuntes. Incluso al final, cuando pidió al moderador dirigirse directamente a los espectadores, leyó el texto.



El cara a cara de Rajoy con Zapatero, el 25 de febrero de 2008, será recordado por un momento:

El desconocer lo que era este abono de transporte le valió críticas por desapego a la vida real de los españoles.  La frase venía a cuenta de las políticas de inmigración, un asunto entonces recurrente, junto al terrorismo de ETA. Las críticas a la gestión del alto el fuego fue el principal argumento de Rajoy para cargar contra el socialista- el popular insistió en varias ocasiones sobre la crisis y Zapatero lo esquivó hablando de una “desaceleración”- y llevó al momento más crítico del debate:


Muy comentada fue también la despedida de cada candidato. Rajoy aludió a una niña imaginaria que, dijo, representaba “la vida misma”. La“niña de Rajoy” pasó a la historia de los debates políticos, y dio mucho juego a la oposición. Zapatero, por su parte, optó por el“Buenas noches y buena suerte”.



Luego explicó que quería hacer un guiño al periodista estadounidense Ed Murrow, quien se despedía así de su programa See It all, y que fue víctima de la Caza de brujas de McCarthy. “Es un canto a la libertad de expresión, y a quienes denigran a quienes no piensan como ellos”, dijo.  Las encuestas dieron ganador a Zapatero. El 3 de marzo, los 'presidenciables' volvieron a verse las caras en un debate más entrado en los datos y en el programa. Zapatero llegón con su famoso “libro blanco”, que el partido puso a disposición de la prensa y de los propios ciudadanos a través de Internet, lleno de anotaciones para replicar a su rival. De nuevo, el momento más tenso de la noche vino a propósito del terrorismo, cuando Rajoy acusó al aún presidente del Gobierno de “utilizar a los muertos” de ETA, una acusación que le valió severas críticas.

Ambos candidatos se despidieron empleando la misma fórmula.“Esa niña sigue en mi cabeza”, concluyó Rajoy, pese a los comentarios de los días anteriores por su frase del primer debate. Zapatero volvió a optar por su “buenas noches, buena suerte”, y la moderadora, Olga Viza, lanzó una petición: “Que no tengan que pasar quince años para que esto se repita”.

Efectivamente, habríamos de retrotraernos ese tiempo para encontrar el que hasta entonces era el último debate, el de Felipe González y José María Aznar. Era 1993 y los debates fueron dos, uno en Antena 3 (diez millones de espectadores, un hito de audiencia sólo superada por aquellos tiempos por los especiales de Nochevieja de Martes y Trece) y otro en Telecinco. 

La mayoría dio ganador a Aznar, y el propio José María Maravall, responsable de campaña de los socialistas, reconoció tiempo después que González, a quien en algunos momentos se vio nervioso y descolocado, no se lo había preparado en absoluto. Pese a ello, sí lograron algo importante por entonces, que apenas se hablase de corrupción en pleno caso Filesa.

Aquel cara a cara dejó momentos tensos, especialmente al final, cuando el moderador, Manuel Campo Vidal, pidió a los candidatos que cerrasen sus intervenciones.  Aznar aprovechó ese último turno para desvelar que González le había exigido cerrar él el debate. El entonces presidente puso en evidencia a Aznar al revelar que se había negado a debatir de pie por la diferencia de altura.

Mostrar comentarios