Una exposición reconstruye el pálpito social de la Semana Santa de Valladolid

  • Cumplido el tiempo de Cuaresma, con la llegada de la primavera, toda una ciudad se detenía durante diez días, transformaba su pulso vital para asistir en sus calles a un drama de la Pasión que traspasaba lo religioso y salpicaba todos los ámbitos de la vida ordinaria, mediado el siglo XX en Valladolid.

Roberto Jiménez

Valladolid, 29 mar.- Cumplido el tiempo de Cuaresma, con la llegada de la primavera, toda una ciudad se detenía durante diez días, transformaba su pulso vital para asistir en sus calles a un drama de la Pasión que traspasaba lo religioso y salpicaba todos los ámbitos de la vida ordinaria, mediado el siglo XX en Valladolid.

La Pasión en blanco y negro, la memoria histórica de un acontecimiento que paralizaba una ciudad de posguerra, sintetiza la exposición fotográfica "Imágenes y escenarios de la Semana Santa (1958-1984)", uno de los tres ejes de un proyecto de investigación promovido por la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC).

"Durante el paso de las procesiones se guardará el más respetuoso orden y silencio, permaneciendo descubiertos los concurrentes, absteniéndose de ejecutar actos o hacer ademanes contrarios al respeto que merecen las ceremonias sagradas", señala uno de los puntos del bando que, en marzo de 1970, firmó el entonces alcalde de Valladolid, Martín Santos, ante la proximidad de la Semana Santa.

El texto completo, junto a una selección de imágenes, carteles anunciadores, folletos y pregones forma parte de una exposición que esta mañana han inaugurado el actual regidor, Francisco Javier León de la Riva, y Nieves Sánchez, profesora de la UEMC y coordinadora de un proyecto que incluye también un documental además de un registro sonoro de locutores y música inédita de bandas.

La dimensión de la Semana Santa en Valladolid excedía lo meramente religioso como parte de un acervo cultural cristalizado durante siglos, fruto de la secular organización social en torno a gremios localizados en parroquias y con las cofradías como baluartes de esa expresión y sentimiento.

Los niños, principales testigos de esa catequesis ambulante que son las procesiones, junto a las autoridades militares, civiles y eclesiásticas al frente de las mismas, en pregones y sermones, simbolizan en buena parte de las fotografías que se muestran ese aprendizaje posteriormente reafirmado y tutelado a través de disposiciones preventivas y admonitorias.

De todo ello da cuenta una exposición concebida como un análisis iconográfico e icónico donde se mezclan historia, arte, emociones y sentimientos como "una radiografía de la memoria colectiva de una determinada época de la historia de España", según ha explicado la coordinadora.

El fondo gráfico del Archivo Municipal de Valladolid con más de un millar de negativos sobre la Semana Santa, ha nutrido esta iniciativa que también ha contado en buena media con la hemeroteca de periódicos ya desaparecidos en la capital como "Diario Regional" y "Hoja del Lunes", con extraordinarios despliegues y coberturas de todo cuanto acontecía esos días.

Fotoperiodistas del momento como Filadelfo, Carvajal y Santiago Benito Cacho contribuían con sus reportajes a realzar un acontecimiento plenamente asumido por la ciudadanía, a través de composiciones alegóricas o espirituales con las tallas y los feligreses como principales actores de un diálogo sin palabras.

En la misma línea, los locutores de radio reforzaban a través de las ondas el mensaje de los oradores religiosos mediante célebres alocuciones como las protagonizadas por Juan Pascual, María Teresa Yñigo de Toro o Francisco Javier Martín Abril, cargadas de belleza literaria.

El proyecto ha sido materializado por el Grupo de Investigación en Ciencias Sociales, Humanas y Jurídicas de la UEMC, integrado por los profesores Alejandro Rebollo, Beatriz Rancaño, Carolina Pascual y José María Herranz, además de por Nieves Sánchez.

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