Hospital de Gran Canaria Dr. Negrín reimplanta la mano a paciente rescatado en alta mar en operación de más de 10 horas

  • El jefe de servicio de Cirugía Plástica del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín, Javier Fernández Palacios, ha logrado reimplantar la mano de un paciente, de 28 años, rescatado en alta mar tras sufrir un accidente de trabajo en un barco, durante una intervención de más de diez horas.

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 23 (EUROPA PRESS) El jefe de servicio de Cirugía Plástica del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín, Javier Fernández Palacios, ha logrado reimplantar la mano de un paciente, de 28 años, rescatado en alta mar tras sufrir un accidente de trabajo en un barco, durante una intervención de más de diez horas. Palacios aseguró, en rueda de prensa, que la operación se pudo llevar a cabo gracias a las "excelentes" condiciones en las que se había trasladado la mano a implantar, así como al enfermo que se encontraba en estado crítico. Añadió que él recibió el aviso por la tarde y se preparó todo el operativo, de ahí que comenzó a operar sobre las 17.30 horas y finalizó a las 4.30 horas de la madrugada, aunque a las seis horas de la intervención, aproximadamente, al paciente ya le estaba entrando sangre en la mano. Asimismo, indicó que el reimplante consistió en unir "todo", primero se juntaron los huesos, posteriormente las arterias, seguida de las venas --tendones extensores y flexores-- para, finalmente cerrar la mano. Agregó que lo "bonito de esta caso" reside en la coordinación y "esfuerzo conjunto" de los diversos efectivos que participaron en ella. Palacios apuntó que en estos momentos, tanto al paciente que se le ha reimplantado la mano como al que le acompañaba, también herido pero de menor gravedad, están bien y a la espera de ser repatriados, ya que son de nacionalidad turca. Agregó que la movilidad de la mano reimplantada la tiene desde que se hace el implante pero el enfermo deberá esperar ahora alrededor de seis meses para comenzar a sentir los dedos y tener sensibilidad.MÁS DE 3 HORAS PARA EL RESCATE En cuanto a los hechos, se produjeron el pasado 9 de marzo, sobre las 9.30 horas. El Servicio de Urgencias Canario (SUC) fue alertado a las 10.00 horas de que había habido un incidente en alta mar, a unas 150 millas al norte de Lanzarote, y se precisaba de un médico y un enfermero, ya que los pacientes estaban en "muy mal estado", según indicó el médico del SUC José Gutiérrez. En concreto, había dos heridos, uno de ellos de mayor gravedad. En cuanto al rescate en alta mar tuvo que ser en el aire, hecho que los rescatadores de Salvamento Marítimo --que fue quienes los realizaron desde el helicóptero-- lo hicieron de "forma minuciosa", siguiendo las instrucciones del médico y el enfermero para rescatar la mano a amputar. De esta forma, subieron la mano al helicóptero y el personal sanitario introdujo el miembro en una caja térmica, con hielo, mientras que los pacientes se encontraban con "mucho dolor" y habían tenido "mucha pérdida" de sangre, por lo que tras estabilizarlos los trasladaron al Dr. Negrín donde, posteriormente fueron operados. Gutiérrez apuntó que desde que se produjo el accidente, sobre las 9.30 horas, hasta que se rescató a los enfermos, pasaron alrededor de tres horas y media. Por su parte, el director del Hospital, Eduardo Estaund, destacó la "gran relevancia sanitaria" de los reimplantes, ya que se pudo llevar a cabo debido a que concurrieron dos circunstancias para conservar en buen estado la mano. En concreto, el "buen trabajo" del personal del Servicio de Urgencias Canario (SUC) en lo que al traslado y conservación del miembro se refiere, así como la "difícil e importante" intervención quirúrgica. En cuanto al número de reimplantes de estas características que se llevan a cabo en el Hospital Dr. Negrín, Palacios señaló que "no se hacen muchos" porque la sociedad española no es industrial. De todos modos, apuntó que en los últimos años se habrán realizado entre "cinco y diez". Respecto al tiempo que puede pasar un miembro del cuerpo sin recibir sangre y conservado hasta su reimplantación, indicó que "depende del miembro amputado", ya que en el caso de la citada mano implantada --la del primer operado-- habían pasado "15 horas" desde que el enfermo se la cortó hasta que se le implantó, lo que hubiese "sido imposible en una pierna porque tiene mucho contenido muscular". "Mientras mayor es el miembro amputado, menos posibilidad hay de diferir la intervención". Agregó que el reimplante de arrancamientos y aplastamientos "es difícil" aunque reconoció que en algunos se consiguen. "Los cortes limpios son los adecuados para reimplantar", apuntó Palacios, quien añadió que de ahí depende el porcentaje de éxito de las intervenciones. Finalmente, afirmó que, quizás, en Canarias, en estos momentos, los "únicos" capaces de realizar este tipo de operaciones sea el Hospital Dr. Negrín, que anualmente lleva a cabo unos "30 actos" microquirúgicos.

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