El HUCA pone en marcha una unidad de disfagia para atender a los enfermos con dificultades para tragar

  • El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ha presentado este miércoles la primera unidad de disfagia de la sanidad pública asturiana, formada por un grupo interdisciplinar de 25 profesionales que abordará los trastornos relacionados con la deglución --molestias y problemas a la hora de tragar--, una alteración que puede afectar a hasta 4 de cada 10 personas de edad avanzada.
El HUCA pone en marcha una unidad de disfagia para atender a los enfermos con dificultades para tragar
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EUROPA PRESS
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Según informa el Principado en nota de prensa, al frente del equipo estará el médico foniatra del HUCA José María Barroso Rodilla, que desde hace un lustro lidera los trabajos del centro en este campo.

Las personas que padecen esta enfermedad suelen tener dificultades para formar el bolo alimenticio en la boca o para que éste se desplace desde la boca al esófago. La deglución, explica el Ejecutivo, comporta una rápida coordinación de las estructuras implicadas: la boca, la lengua, la faringe, la laringe y el esófago, y está dirigida por el sistema nervioso, por lo que las causas de este trastorno pueden ser múltiples y son muchas las patologías que pueden causar alteraciones en este proceso.

En ocasiones se debe a enfermedades del sistema nervioso, que actúa como coordinador. Éste es el caso de algunos ictus o accidentes cerebrovasculares, de pacientes con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) o con demencia, parkinson, parálisis cerebral infantil o traumatismo craneoencefálico.

La cirugía y la radioterapia de cabeza y cuello y el envejecimiento también pueden provocar disfagia, mientras que en otras ocasiones el problema radica en la cavidad oral y se debe a la ausencia de piezas dentales, alteraciones de la lengua o tumores; o en el esófago, por problemas motores como estenosis, acalasia, o tumores.

Este trastorno tiene una alta prevalencia entre los pacientes hospitalizados, de avanzada edad y con enfermedad neurológica. Se estima que afecta a entre un 30 y un 60 por ciento de las personas hospitalizadas, entre un 15 y un 20 por ciento de los pacientes críticos, entre un 25 y un 59 por ciento de afectados por trastornos neurológicos, entre el 50 y el 80 por ciento de los que han sufrido ictus, un 60 por ciento de enfermos con cáncer de cabeza y cuello, y entre un 30 y un 40 por ciento de las personas mayores.

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