Los tres tipos de problemas referidos a los profesionales de la atención primaria son dificultad para conciliar el sueño, problemas para permanecer dormido las horas necesarias --entre siete y nueve para adultos-- y que se despiertan prematuramente.
Un 11% de las personas asegura padecer insomnio y hasta el 30% tiene algún tipo de alteración en el descanso nocturno, y en verano se acentúan todavía más los problemas de sueño.
La Camfic ha recordado que dormir poco o mal se considera un riesgo para la salud, que compromete la calidad de vida de las personas y provoca consultas en la atención primaria, y que la falta de sueño se relaciona en la literatura científica con obesidad y otros trastornos crónicos.
El médico de familia Jesús Pujol ha asegurado que los medicamentos para dormir solo se deben utilizar de forma puntual, ya que a partir de pocas semanas se desarrolla dependencia y se pierde su efecto.
Pujol ha asegurado que, en ocasiones, el insomnio es "agudo de corta duración", que suele ir vinculado a periodos de estrés que vive el paciente, y en el crónico se recomienda una vez diagnosticado medidas de higiene del sueño combinadas con otras intervenciones terapéuticas, psicológicas y farmacológicas.
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